IDEAS SIN CORCHETES NI HOTMELT
Hoy lunes 31 de octubre de 2005 a eso de las 22 Hrs., quisiera dejar constancia de que he sido atacado en mi propio hogar por una turba de desalmados niños que rodeaban los 8 años, instigados por una señora de muy mal aspecto. Los ampones intentaron distraer mi atención con atuendos del tipo Bin Ladem, Romano (Calígula), Power Rangers, Duende Maligno, Bruja Envenenadora de Niños y otros que no logré identificar.
Ante la negativa a hacerme cómplice de la destrucción de sus piezas dentales (osea, no les entregué dulces), fui agredido alevosamente con bombas del tipo mojadoras y un huevo que no dio con mi cabeza pero sí con mi espalda.
Esto reafirma la idea de que nuestras autoridades no están haciendo su trabajo. Los delincuentes andan por las calles mientras la gente decente de este país, debe refugiarse en sus casas. Es necesario que de una vez por todas los hijos de vecinos podamos vivir en paz, y sean los niños disfrazados y golosos los que llenen las cárceles.
Mientras escribo este post, el timbre de mi casa no deja de sonar. Creo que se ha pasado la voz entre el lumpen de que en esta propiedad vive gente de bien, y seguramente seremos atormentados como una verdadera noche de brujas.
No tengo intención de parecer pegado con el tema, ya que hace poco escribí algo sobre revistas, y de ahí en adelante se formado un escueto diálogo en torno a revivir (idea que no me gusta) o crear algo nuevo en esas lides (eso sí).
El tema es que hoy me llega un aviso de NIC anunciándome que a fine de este mes se acaba la licencia de uso del dominio revistatambor.cl por lo que a fines de este mes dejará de estar on-line el sitio de Tambor.
Durante los últimos casi 5 meses, ese sitio sólo ha estado ahí para explicar el por qué ya no hay Tambor impreso y para ofrecer a quien quiera, la versión digital (y única) de nuestro último trabajo.
Me alegra que en estos últimos 5 meses el sitio haya sido visitado por un poco más de 15 mil personas y que la revista haya sido descargada casi 3900 veces. No está mal. (más estadísticas aquí)
Así que podríamos decir que son éstos los últimos días en que Tambor 15 estará on-line. Si no la tienen, pueden aun descargarla AQUÍ, antes del 30 de octubre.
Según la edición de octubre de la revista Esquire, Jessica Biel, es la mujer viva más sexy del mundo. Esta actriz tiene una modesta filmografía. Su última aparición (más o menos conocida) la hizo en Elizabethtown, una película que parece estar pasando o pasó por las carteleras sin mucho bombo (de hecho no sé si ya la dieron en Chile). En fin.
El tema aquí es la famosa Jessica. ¿Sexiest Woman Alive? ¿No será mucho?
Éramos 4 los que fuimos a ver Se Arrienda. Por un momento dudé en decir que me había gustado la película. Era el único y aunque nunca me ha intimidado ser minoría, por alguna extraña razón todo estaba demasiado a flor de piel como para trenzarme en una discusión sobre por qué la película me había gustado. Ojo, la discusión ni siquiera sería de si la película era buena o no. Para qué discutir por eso si a ninguno de los asistentes nos pagaban por criticar. Al final era un tema de gusto (y Uds. saben como termina el dicho)
No he leído hasta el día de hoy muy buenas críticas. Tengo la costumbre de leerlas después de acontecidos los hechos. Salvo los blogs de los implicados, en general la película ha recibido más críticas que elogios. El gremio es duro con el colega, era que no. Supongo que a quienes nos gustó estamos más por disfrutarla que por lanzarnos a escribir para defenderla, ¿no?
Engrupida. Es el calificativo que he escuchado más veces. Algo como de snob, cliché, pero sobre todo, engrupida. Es cierto que la escena donde los aun estudiantes conversan de música y autores, que éste se parece a aquél y a este otro. Que Danny Elfman y los movimientos de no se qué compositor de películas asiáticas, me dio la impresión de estar viendo una escena de Manhattan de Allen en que te quedas pensando ¿qué he estado leyendo todo este tiempo que no conozco a toda esta gente que nombran? Se nota la mano de Ortega en esa escena... Todos quedamos mal, y los que quedan más mal comienzan a odiar una película que recién está empezando.
Y sí. Me sentí identificado con la película. No porque me crea CC, no porque sufro por no venderme o arrendarne al sistema. Al final CC no sufre por eso. Sufre porque no sabe dónde mierda está parado. Sufre porque todo es distinto a como él lo dejó hace años. Sufre porque conoció gente que hoy no reconoce. Sufre porque se engrupió y hoy está solo. Sufre porque es él el mayor impedimento para ser lo que realmente quiere y sufre porque lo sabe. Y eso duele.
No sé si es la película de la vida de Fuguet. Tampoco me interesa saberlo. No fui a verla por él. No tenía expectativas. Me gustó el trailer, me gustó la música. Basta. ¿Qué otra razón necesitaba para verla? No salí con una nueva manera de ver la vida, no me cambió. No me replanteo ahora lo que hago, lo que hice, ni lo que haré. Al final ¿Qué pasa si la vida te da una segunda oportunidad? Seguramente todos haríamos las mismas pelotudeces por las que estamos donde estamos, porque el futuro lo tenemos escrito en el codo, sólo que no podemos vérnoslo y, como dijo Gieb, lo que hoy cuesta más es venderse al sistema y no marginarse de él.
Estimado Señor Jobs,
Quizás la escena nos sería más lógica con la música de John Williams de fondo. Imposible concebir Tiburón sin el chelo de fondo. De eso se trata la semiótica de las imágenes o, como dirían en este blog, el tramado invisible de lo visual.
Bueno, todo para esto... dos trailers de la misma película. The Shining, obra maestra del thriller de Stanley Kubrick. Basta tomar algunas escenas, cambiar la música de fondo y tenemos otra película.