SERÁ UN INGENIERO, DICE EL ABUELO
Published 24 octubre 2005 by Rodrigo | E-mail this post
Hay una pregunta que me ronda, no porque me la haga, sino porque me la están haciendo mucho.
Recuerdo que cuando mi viejo me veía desocupado me decía “Rodrigo, ya que no estás haciendo nada, por qué no cortas un poco de leña o barres la terraza”. Tengo la sensación de que no le gustaba verme no haciendo nada. El culto al ocio, definitivamente, había muerto con la Grecia Clásica.
Hoy, parece que llevo algo en la cara que hace que el resto me vea y piense “este tipo no tiene mucho que hacer”, parece haber gente que si no te ve con el ceño fruncido o el poto apretado, se preocupa... “se está perdiendo”, piensan.
Y bueno, ¿qué vas a hacer? ¿qué quieres hacer?. Esa es ahora la pregunta del millón.
Uno de mis defectos ha sido casi siempre tomarme las cosas muy en serio. Me angustio y me meto en camisas de no sé cuántas varas, tratando de dar con respuestas honestas, aunque sean complicadas, en vez de sacarme las preguntas complejas con algo políticamente correcto o con lo que el otro quiere escuchar para dar por terminado el tema. Satisfacer ese complejo fiscalizador de unos o, las menos, de sincera preocupación.
Que ¿Qué voy a hacer? No sé, muchas cosas. ¿Ahora, me dices tú?. No sé, comer algo, ir a buscar unas fotos que dejé revelando, qué se yo. No, no, me refiero a qué vas a hacer en tu vida, ¿qué quieres hacer?. No sé, no entiendo la pregunta. Podría contestar cualquier cosa. Lo que, en todo caso, hacen muchos para encontrarse un momento después haciendo todo lo contrario a lo que dijeron que harían. ¿Para qué entonces responder esa pregunta?, más bien, ¿para qué se hace?. Quién puede realmente saber qué va a hacer con su vida, peor aun, ¿qué quiere hacer?. Quien lo tenga lo suficientemente claro, tiene todo mi reconocimiento.
Para mí todo esto es aun no tiene respuesta. Sé que de aquí a un tiempo habré hecho un montón de cosas que, espero, me hayan ido llevando cada vez más cerca de donde quiero estar, ¿y dónde vendría a ser eso? No lo sé, pero lo que sí sé es que ese lugar donde me sienta realmente cómodo existe, y estaré ahí en algún momento, pronto. Entonces seguramente volveré a esta vitrina para contarles cualquier cosa, pero agregaré: Los saludo desde acá, donde siempre quise estar, aunque hasta hoy no lo supiera.
Foto: Mía.
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