POR QUÉ NO DEBIO SER PFEIFFER
Published 11 agosto 2008 by Rodrigo | E-mail this post
Leyendo el cuerpo de Reportajes de latercera de ayer acerca de la presentación del Ministro Pfeiffer ante la
Comisión de Constitución del Senado, dos cosas que decir. (
reportaje)
Uno. Agradecer a la Comisión que hayan hecho pública a través del diario, la transcripción de lo dicho en la sesión en que los miembros de dicha comisión interrogaron al candidato al cargo de Ministro de la Corte Suprema. El hecho marca un antes y un después en el nuevo proceso de nombramiento de estos cargos que se ha seguido desde 1997 y que por primera vez da la posibilidad de informarse sobre los criterios del candidato.
Dos. Agradecer al Senado que
nos hayan librado de la laya de Ministro que es Pfeiffer. Independiente de que podré no compartir muchas de las posturas y comentarios por lo que se ha hecho conocido, leer sus declaraciones ante la Comisión me dio la impresión de estar leyendo lo que dijo un tipo cualquiera que pasaba frente a las puertas del Congreso y que fue invitado a una Comisión a dar su opinión sobre diferentes temas. Es cosa de leer la transcripción para darse cuenta de la ausencia casi completa de criterios, posturas, principios o nada que se le parezca.
Independiente de los acuerdos que hayan habido, el país realmente se salvó de tener sentado en el más alto Tribunal del país a un tipo aparentemente carente de todo mérito para ocuparlo. Me disculparán, pero uno espera de sus más altas autoridades y sobre todo de quienes tienen un poder casi absoluto sobre todos nosotros, que se caractericen por ser personas juiciosas, estudiosas, letradas, elocuentes y cultas. Pues nada de eso se advierte en las declaraciones de Pfeiffer, casi como si estuviera respondiendo a propósito de la manera que lo hizo para cavar su propia tumba profesional. Cosa sin sentido, si pensamos en lo que hubiera subido su pensión por el hecho de entrar a la suprema.
Pienso que el Gobierno apostó por cumplir su parte del "trato" con Pfeiffer sabiendo que le quedaban 8 meses para jubilar. Por una parte cumple y por otra sabe que en unos meses más se libra del Ministro. Sin embargo, dudo que haya contado con la pésima presentación en sociedad que hizo el candidato. Así no hay flotador que lo salve y el Senado hizo bien en rechazar a un caballero que a la larga hubiera costado mucho diferenciar del sillón sobre el que se sentaría.
Etiquetas: nacional, política