REVELACIONES CHÚCARAS

Son las 8 de la mañana con ocho minutos del octavo día del mes octavo del año 2008. Sí ok, mucho ocho para tan temprano, pero si estás leyendo ésto es porque no están viendo la inauguración de las Juegos Olímpicos de Beijing (wiki). Allá tu, pero yo no me lo pierdo por nada del mundo (de hecho este post lo escribí ayer).

Es que se auguran los mejores juegos de la historia y en cuanto al show inicial, si hay algo para lo que siempre han sido buenos los chinos es para organizar multitudes y si hay algo para lo que realmente se han vuelto buenos ultimamente es para los negocios y, a menos que haya un chileno en el comité organizador chino, 100 millones de dólares no pueden estar mal invertidos. Así que bien vale la pena verlos. El mundo se olvidará de varios problemas -para bien y para mal- por algunas semanas en que un grupo de mujeres y hombres harán su mejor esfuerzo físico para competir y triunfar.

Sin embargo, mientras los ganadores celebran en la capital china, militares se toman el poder en Mauritania y las calles en Italia. El Tibet sigue siendo silenciado, y se juzga por fin a un genocida serbio. En Chile la gente intenta entrar en un vagón del metro o pagar su pasaje en Valpo. Y en muchos lugares del mundo no han encedido una tele en su vida y la gente muere de hambre o de enfermedades cuyos remedios terminan por matar de hambre a quien los compre.

Así y todo, the show must go on, y han sido los propios deportistas los que han levantado la voz para que no olvidemos que el mundo sigue girando mientras en China se vive una fiesta deportiva.

Junto con la interpretación musical, el deporte debe ser para mi una de las pruebas más grandes de lo que puede lograr el ser humano, pródigo en capacidades que muchas veces tan mal utilizamos. Espero algún día asistir a unos juegos olímpicos, como espectador, claro. Quizás el 2012 sea un buen año. Habrá que comenzar a ahorrar ya, porque Londres va a requerir muchas libras. Let the games begin! - foto_disneymike

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