De vuelta en Viña. Perdí la cuenta de tanto lago por el que pasé y de tanto río que crucé. Que el Puyehue, que el Llanquihue, que el Villarrica, que el río San Pedro, que el Bueno, que el Claro, que el Salto de la Novia, que el Itata, que el Tinguiririca, el Chimbiricoco, el Guarifaifa y ese otro también.
Fue una semana para recuperar energías que la rutina se encarga de gastarte aunque no estés haciendo mucho. Fue una semana para darle vuelta a muchas cosas. Fue una semana de muchas cosas que no hice y de mucha risa. Fue una semana para volver al pasado cuando partíamos en un Ford Corcel, los 6 (yo en la maleta), escuchando
Mocedades y
Simon & Garfunkel, en dirección a Panguipulli.
Esta vez fue el
Refugio del Lago, en Puyehue. Un lugarcete increíble. Y uno vuelve con energías. Con ganas de hacer muchas cosas. Me tengo que poner en movimiento, pero ya. Con Daniel y los tres mosqueteros ,la cosa avanza, lenta pero avanza. Espero que de aquí a fin de mes ya estemos más claros y podamos hacerlo público, porque vamos a necesitar del público. Ahí le recordaré a los que
comentaban en esa época cuando la cosa no se veía bien... Pero el aire del sur ayuda.
De vuelta por estos lares y, entre otras cosas, este blog vuelve a la vida. Saludos!