LA SOCIEDAD DE LOS MAGNACCIONI (PARTE IV)
Published 03 febrero 2006 by Rodrigo | E-mail this post
Cuarta y última parte de esta columna viajera.Per guardare
Roma no permite que le quiten los ojos de encima y vayan aquí tres buenas razones para mantenerlos bien abiertos.
La fama de las italianas no se ha hecho a punta de rumores. Se ve y se nota. Sin pudor a exagerar, podría decir que las italianas más hermosas son descendientes de Rómulo. Entre las siete colinas encontrará lo más granado de la belleza femenina. La tortícolis te será recurrente de tanto darte vuelta a mirar y no necesitarás entrar a una famosa boutique para toparte con la que bien podría ser la próxima portada de una revista de modas. No por nada la Loren o la Mezzogiorno son nacidas y criadas entre las ruinas del Palatino. Pero ten cuidado, así como hermosas son las mujeres, celosos son los raggazzi y lo último que querrás es ser reprendido por guardone.
Otro ítem en el que reparar, te habrá acompañado todos estos días mientras visitas Roma. Quizás no te hayas percatado, pero en uno de los países donde la concentración de los medios de comunicación es de las más exageradas, los muros romanos se han convertido en la voz de la ciudad. Los graffiti a punta de carbón, spray o pintura, habla bien de esa necesidad romana de expresarse. Los cittadini no trepidan en usar sus muros para levantar la voz frente a las autoridades temporales o espirituales, para manifestarse contra el racismo o contra los inmigrantes, para vitorear a la squadra propia o insultar a la del lado. Saben que los muros les pertenecen y será un ejercicio tan interesante como hilarante el recorrer estos escritos y enterarse de lo que piensa el romano.
Finalmente, si la suerte te acompaña durante tu estadía, no muy lejos del centro, podrás disfrutar de un espectáculo que a estas alturas ya no está reservado sólo para nosotros los machos. Recuerda que estás en Roma y si hay algo que los romanos odian más que cualquier cosa, eso serán los tifosi laziali (fanáticos de la Lazio), por lo que revisa el diario y ve si la Roma juega de local. Los partidos se disputan en el estadio olímpico, por lo que conocerlo ya será todo un panorama. Se puede llegar a pie siguiendo la orilla del Tiber hacia el norte, o bien tomando un tranvía desde la Piazza del Popolo. No te extrañes si después del nervioso partido terminas abrazado por un caballero de edad que parecía estar sin vida hasta que la pelota entró al arco. (Metro Flaminio)
Roma no se detiene, salvo a la hora de la siesta, y si logras obviar por un momento los grandes monumentos, fuentes e iglesias, sabrás cómo hacen los romanos para no aburrirse en una ciudad que es mucho más que una de las grandes capitales turísticas europeas. Si todo resulta según lo planeado, podemos asegurarte que no tardarás en situarla al comienzo de tu lista de ciudades en las que vivirías. A presto!Hasta aquí llega esta aventura alla romana. La sociedad de los Magnaccioni, es el título de un himno popular romano, que les acompaño aquí. La letra, en romanzco obviamente, aquí. Ah! Magnaccioni es comilones, para los que no sabían. Salud!
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Nos fue mejor de lo que esperabamos. Se cumplieron las metas y resultó un interesante ejercicio que permite concluir que sí se puede acudir a quienes leen estas palabras para lograr objetivos. Ciertamente el dinero juntado por Adsense en estos días no me alcanza ni para la micro, pero demuestra que la gente no carraspea tanto si uno le pide que haga un simple click. Ah! por favor! a quienes definitivamente el click no le haya molestado mucho, le solicito que siga haciéndolo. Se lo agradeceré.
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