No soy mucho de musicales, pero la fuerza de voluntad era mayor. Me propuse revisar parte de la filmografía de
La Más Linda del primer semestre 2007: la francesa
Virginie Ledoyen.
Después de ver esta película, más de convenzo de la justicia que se hizo al coronarla como ganadora. Realmente es una mujer de una exquisitez difícilmente descriptible.
Jeanne (
Virginie Ledoyen) es una chica joven que exuda libertad y simpleza. Como una hoja recién caida, vuela por la vida dejándose querer, enamorada de unos cuantos que no logran resistirse a sus encantos y en una permanente búsqueda de ese hombre ideal que la hará detenerse.
En eso, en un casual encuentro en el
metro parisino, Jeanne conoce a Olivier (
Mathieu Demy) con quien después de unos cuantos minutos de intrascendente conversación, establece una relación que aparentemente no se diferenciaba de otras que llevaba simultáneamente. Sin embargo, a poco andar ella descubre que este joven es todo lo que ella necesitaba. Al parecer esa ansiosa búsqueda había terminado, pero Olivier tiene algo que lleva consigo, algo que lo tiene mal, que lo vive como una condena y que comienza a condicionar la relación que tiene con Jeanne.
Jeanne et le Garçon Formidable (1998) es un musical francés que entre la comedia y el drama, cuenta una historia de amor, de esas que posiblemente sólo se dan en
París. Jeanne y Olivier quieren pasar el resto de sus días juntos, todo parece indicar que así debe ser, pero de alguna manera la vida se encarga de hacer que las cosas no resulten como las teníamos planeadas. En todo caso ¿quién dijo que la vida tenía que ser justa? -
Escena -
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Etiquetas: cine