Me entero por
emol, que salió el VII Estudio de Drogas en Población General 2006 (
ppt), estudio que mostró una cierta estabilidad (o estancamiento) en el consumo de las drogas ilícitas en Chile. Así como los índices de consumo de la pasta base y la cocaína se mantuvieron casi inalterables, destacó el aumento en los números, respecto al consumo de marihuana de un 5,3 a un 7%.
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Esta alza se registró principalmente en jóvenes –grupo etáreo entre 19 y 25 años- quienes aumentaron el uso de marihuana en el bienio 2004-2006 desde un 15,2% a un 18,8% y en adultos jóvenes –grupo entre 26 y 34 años- quienes registraron un alza desde el 6,5% a un 9,7%", dice la nota.
Ya hemos hablado acá sobre la marihuana. Un punto importante que destaca el informe es la baja considerable en la percepción sobre los riesgos que tendría el consumo de marihuana (de un 72% en 2004 a un 62% el 2006). Esto -y sería sólo especuación- habría incidido en el aumento del uso de esta droga, "
especialmente en los jóvenes y adultos jóvenes de hogares con ingresos superiores al millón de pesos, en los que se duplicó la cifra de consumo de un 9% a un 19% el año 2006".
De esta manera se vuelve a poner en tabla el tema de la marihuana.
Tal como lo he dicho antes, creo en la despenalización de la marihuana, por cuanto no está demostrado que sea efectivamente "la puerta de entrada a drogas más duras", tienen un riesgo cancerígeno similar al de los cigarrillos que venden en todas las esquinas, no genera dependencia física y su prohibición simplemente potencia su tráfico ilegal, así como una considerable merma en la calidad del producto (y no me refiero a efectos, sino en cuanto a que proliferan variedades de la droga que son mezcladas con cuanta cochinada encuentran).
Nuevamente, la autoridad encarnada en el
Conace, intentará seguramente, tapar el sol con el dedo. Mientras en países que vienen de vuelta y que no podríamos catalogar justamente de tercermundistas y primitivos, han sabido lidiar con la marihuana, permitiéndola en casos de terapias o despenalizándola de manera general, poniendo la preocupación por los principios a los que cada uno responde, en la familia, en la educación, pero sobre todo en cada persona, acá la respuesta siempre ha sido prohibir. Ya nos estamos acostumbrando a que cuando se trata de dinero, nos tratan como gente con criterio formado, pero a la hora de nuestras libertades, somos todos una manga de orates infantiles. - foto_
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