No es cosa de llegar no más. Es fuerte. Mal que mal fue más de un mes. Pero de a poco uno va encontrando ese orden que hacía que todo fuera hacia adelante hace unas cuantas semanas.
Primero lo primero. A falta de tiempo, ya se fueron los rollos blanco/negro al laboratorio y, aunque mañana sea feriado, ya los tendré en mis manos y comenzará el tedioso pero necesario proceso de digitalización. Le tengo fe a varios contextos. El speakers corner de Hyde Park en Londres podría ser uno de los highlights fotográficos de este periplo. Quiero puro verlas.
Las de negativo color (mi fiel ProImage forzada 3 puntos) y las diapo tendrán que esperar a la próxima semana, cuando vaya a Santiago y las deje en buenas manos para no correr riesgos.
¿Qué queda ahora? Reencontrarse con los amigos (porque la familia me esperaba esta mañana) contarles lo que hice y lo que no. Que tenemos que volver todos juntos a Glastonbury el próximo año; que la cosa allá no es llegar y abrazarse como ellos creían; que es mejor que sea así, creo. Queda volver a la pega, la única forma de repetir viajes como éstos. Que volver a esto de blogear... pero quizás esto me tome algo de tiempo. Son muchos los feeds pendientes, son amenazantes las hojas del diario que no tomo hace más de un mes. Quiero y no quiero empaparme de lo que ha venido pasando en estos días.
Veo rehenes sueltas y deslenguadas, veo pendejas irrespetuosas bañando a ministras, veo a los alarmistas de siempre gritando lo de siempre, veo candidatos, precandidatos y semiprecandidatos. Parece que no me perdí mucho, aunque sé que estoy buscando en el lugar equivocado. Pero hay tiempo. Mañana es feriado, lo que viene bien.
Hay harto que postear, pero vamos de a poco, no sea que nos mariemos todos. Salud.
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