REVELACIONES CHÚCARAS

Ayer vi el Festival, bueno en realidad vi una película que pronto les comentaré pero sabía que a eso de la medianoche tenía que poner el 13 porque no quería perderme quizás uno de los pocos shows que realmente me interesaba ver este año: Estefan Kramer.

El tipo es realmente un fenómeno. Obviamente imita mejor a unos que a otros. Por ejemplo no le encontré mucha gracia a la larga imitación de Massu, tampoco encuentro que lo haga tan bien como Lucho Jara, pero cuando se trata de Passalacqua, el marido de la Olivarí, el Kike Morandé y otros más, el resultado es realmente bueno. La risa que genera -al menos en mi caso- está generada más por una mezcla del nerviosismo que me genera ver a una persona parecerse tanto a otra y por la satisfacción de ver cómo una persona puede hacer bien algo. Porque lo de Kramer podrá ser un don, pero requiere técnica, estudio y horas de televisión para lograr las casi perfectas caracterizaciones que logra.

Ahora, creo que sin duda el momento más alto de su rutina lo logró imitando a Sebastián Piñera. Si bien se relajaba a ratos con el tono de voz, la personificación del Piñera style era realmente buena. Una caricatura que poco se aleja del personaje real y que lo dejó bastante mal parado. Sus dichos, su parada, algunos gestos y sobre todo la ridiculización del ostentamiento que continuamente hace Piñera de sus logros, es lo que -sacado de contexto- deja de ser enfermante y comienza a ser divertido. Nada nuevo, seguro, pero una cosa es tener una idea o prejuicio de alguien y otra es que lo veas por televisión abierta y sin que nadie pueda mandarte a comerciales intespestivamente.

Para los que no lo vieron, les dejo acá la rutina sobre Piñera.- link

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