Finalmente. Ayer y luego de esperar impacientemente los subtítulos en español, pude ver el debut cinematográfico de
Anton Corbijn y nada menos que a cargo de la biografía de uno de los íconos musicales del movimiento post punk (
wiki) británico de fines de los 70.
Realmente una pieza de arte, con magníficas representaciones. Es imposible no hacer varios vínculos con la película "
24 Hours Party People" quien al parecer fue bastante fiel en algunos acontecimiento, incluso hasta en la apariencia de algunos personajes.
Ian Curtis (
Sam Riley), vocalista de los Joy Division resulta ser un personaje tremendamente complejo. Vive absolutamente abrumado por su condición de ser. En una permanente búsqueda que es boicoteada por él mismo, lo que aumenta su sensación de frustración en general. En estos ires y venires conoce a quien se transformará en su esposa y madre de su hija, Deborah (
Samantha Morton), pero que quien terminará por aburrirse para dar paso a una relación extra marital que más de un problema le dará.
Control (2007), tal como dijeron los propios personificados, es inquietantemente fiel a la realidad. El personaje de Curtis termina por angustiar, sobre todo a quienes creemos estar en constantes búsquedas de algo que no sabemos bien qué es, pero que se huele cuando se tiene cerca.
La fotografía de la película merecería un post aparte. Creo que he visto pocas películas en las que cada escena (está filmada en blanco y negro) resulte ser una postal de tonos y composición simplemente soberbia. Otra que merecería un post aparte es la actriz que encarna a Annik Honoré (
Alexandra Maria Lara), la amante de Curtis, simplemente el paradigma de aquella chica guapa, inteligente y profunda con la que querríamos encontrarnos a la salida de un concierto para que se transforme en esa compañía cómplice que siempre esperaste. Mucho lucho. Véanla, por favor. -
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