Vitus (
Fabrizio Borsani -
Teo Gheorghiu) es un niño prodigio que a los 5 años se aburre en el jardín, por lo que mientras sus compañeritos juegan al compás de la música, él lee una gigantezca enciclopedia que es más grande que él mismo.
Su afición por el piano comienza a transformarlo en todo un fenómeno. Sus padres comienzan a darse cuenta de lo que tienen entre manos y asumen -sobre todo la madre- una postura proteccionista y sobre estimuladora. Ya a los 12, Vitus comienza a experimentar el agobio que le significa este estatus de genio. Incomprendido y cuya única vía de escape es la compañía de su abuelo (
Bruno Ganz), que lo acoge y no presiona.
La presión que comienza a vivir Vitus lo lleva a tomar una drástica decisión que aparentemente cambiará el orden de las cosas. Sus padres, sin caer en cuenta de lo que pasa comienzan a vivenciar sus propios problemas, los que terminan por exigir de Vitus una intervención sustancial que nadie se esperaba, ni menos con las consecuencias que finalmente tienen.
Vitus (2006) es la historia de un niño genio, pero también es la historia de unos padres que no saben cómo enfrentarse a un niño que supera con creces la media.
Una muy buena película con un prodigio como actor, que muestra las dificultades que suelen vivir aquellos que han sido privilegiados con una mente superior y la capacidad de ver y querer saber cosas que al resto de los mortales no nos despiertan mayor curiosidad. Una bendición, una maldición, nunca se sabe. -
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