Esta fue una buena recomendación de tot. Dato aparte, no hay caso, el sueco es feo, pero feo de verdad, es como una mezcla entre alemán y árabe. En fin. Escuchar a una mujer hablar sueco puede echar a perder todo lo que la vista puede provocar.
Erik (
Andres Wilson) es un natre de reformatorio que se dedica a hacer de matón del barrio y cuando anda iluminado, nada como los dioses. Su madre viuda tiene de pareja a un pastelazo que se dedica a darle zurras a Erik por cada pelotudez que se le ocurre, y Erik simplemente soporta los abusos para luego desquitarse con algún tipo con quien no tenga tantos conflictos de intereses.
A punto de caer en la cárcel, pretenden enrrielarlo mandándolo a un colegio muy exclusivo, sólo para varones donde esperan cambie y sobretodo se aplique.
Stjänsberg es el destino, una sofisticada escuela llena de hijitos de sus papás, donde la prepotencia y el abuso contra los más débiles es pan de cada día. Pero Erik que de abusos ya está curado de espanto, no se dejará pisotear por los estirados que pretenden someterlos a sus reglas de confraternidades, lealtades mal interpretadas y una escalada de violencia ABC1 que apesta.
Valíendose de su seguridad y de sus años de experiencia en las lides callejeras, el cabro éste se les presentará como un hueso duro de roer, tanto que los hará pasar más de algún mal rato y bien malo.
Ondskan (2003) es la historia de un chico violento, cuya vida le ha enseñado a defenderse contra todos, pero que en el lugar que menos esperaba conocerá cosas que no estaban dentro de su acervo, como la amistad, el amor y la verdadera confianza. Buena película, sobre todo cuando cosas como el
bullying están tan de moda en nuestras escuelas. -
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Etiquetas: cine