Escuchar buena música eriza los pelos, pero ver a gente sacándole increíbles sonidos a instrumentos, sobrecoge y a ratos angustia aunque de un modo que termina provocando placer. Sobre todo si se trata de un género músical en que la energía, una aparente dureza, pero sobre todo, la pasión le son inherentes como a la noche la penumbra.
Lo de la
Orquesta Típica Fernández Fierro el viernes pasado en el Centro Arte Alameda fue simplemente perfecto. Incluso la tardanza con que comenzó el show -originalmente agendado para las 22- pasó a segundo o tercer plano después de escuchar los primeros acordes de los bandoneones, las cuerdas y un piano marcial. Casi una docena de tipos, ajenos a los trajes y peinados engominados, más bien pelilargos, vestidos como si la vida se tratara de conversaciones de bares, bromas y el gusto por la música. Todos unos prodigios que sabían de su oficio.
El espectáculo de la Orquesta (
wiki) combinaba temas instrumentales con algunos cantados por Walter "chino" Laborde, quien a pesar de tener un timbre discutible, arreglaba todo con sus bromas y sus
mucha mierda en vivo, que lanzaba en
off cada cierto tiempo. Casi dos horas de Tango, del bueno, del clásico, del nuevo. Dos horas de música dramática que, como el Fado, llena de vida aunque pareciera que con ella se acaba.
Como clímax me quedo es con el final del show. Una versión de la mezcla
entre los clásicos de la milonga "Buenos Aires Hora Cero" de
Piazzolla y "Las luces Del Estadio" de
Ross y Castro (
mp3) incluido en su útlimo disco, pero con un arreglo que casi echó abajo el Centro Arte Alameda. Simplemente genial.
Tengo un par de fotos que espero revelar pronto. Ahora me sorprendo escuchando los discos de la Orquesta. Entra mi viejo a la pieza y me dice: chico, descubriste el Tango. Y sí, podré haberlo escuchado hace mucho, pero de que lo descubrí el viernes, lo descubrí. -
entrevista para saborizante - foto_
gerardo lazzari-
Destrucción Masiva (2003)
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Vivo en Europa (2004)
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Mucha Mierda (2006)
Etiquetas: conciertos