La otra vez, conversaba con una buena amiga de los costos de la adultez. Aun no comienzo a cotizar para mi previsión, pero sí tuve que comenzar a hacer para un plan de salud primario a cargo de nuestras nobles isapres. El tema es que, afortunadamente tengo una buena salud, lo que significa que me siento mes a mes regalándole mi dinero a una empresa que le importa muy poco mi estado de salud.
Una buena idea entonces era buscar un especie de seguro médico con ahorro, similar a los productos que ofrecen hoy algunas empresas aseguradoras, con quienes contratas un
seguro de vida con ahorro. Comencé a averiguar y no encontré nada. Me da una soberana lata averiguar si existe algún impedimento legal que obligue a asegurar nuestra salud en una isapre y no a través de un seguro, pero el tema es que me extraña que a alguna empresa no se le haya ocurrido un producto del género, con los beneficios para ambos (aseguradora y asegurado) que podría tener.
Un seguro de salud con ahorro podría incentivar a las personas a velar por su salud con mayor ahínco. Un sistema que permitiera a uno cotizar para eventuales siniestros de salud, con el beneficio de que si éste no se produce, el capital se va ahorrando, parece un instrumento no sólo atractivo para las aseguradoras que tendrían una nueva forma de colocar fondos ajenos en el mercado, sino una buena manera de que quienes quieren aumentar su capital, lo puedan hacer cuidando su salud, adquiriendo o manteniendo buenos hábitos que la mejoren y eviten tener que usar el seguro.
No logro entender la rigidez de un sistema que se dice neoliberal, para que cada uno prevenga posibles problemas de salud de la mejor manera, con eficiencia, como dirían los economistas neomodernistas actuales. Una nueva (o quizás no) y buena idea, me avisan cuando lo saquen, para salirme de
Colmena.
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