Hace años que vi
el remake de esta película, pero protagonizada por
Harrison Ford y
Julia Ormond, pero no hay caso, me quedo con la original de los años 50's.
Sabrina (
Audrey Hepburn) es la hija de un chofer de familia acomodada que ha soñado desde su infancia con el amor de uno de los hijos de la casa patronal, David (
William Holden), ya obsesionada su padre decide enviarla un par de temporadas a París, a ver si junto con abrir su mente logra sacar de ella la idea de que algún día su David la tomará en cuenta.
A la vuelta, Sabrina es otra y se nota. Sus nuevos aires parisinos de una sofisticación exquisita no dejarán indiferente a David, y el encanto que provocará también tendrá efectos sobre el hermano del alocado hijito de papá, Linus (
Humphrey Bogart), quien no terminará de tener claras las cosas hasta minutos antes que termine la película.
Bajo la dirección del genio de
Billy Wilder, y con una de las mejores actuaciones de la preciosa Audrey Hepburn (en esta película está perfecta, incluso mejor que en
Breakfast at Tiffany's, con sus vestidos, sus peinados y menos flacuhenta, lo que se agradece) es una película entretenida con final conocido, pero que vale la pena ver.
Sabrina (1954) inclina la balanza para quienes dicen que las originales son mejores que los
remakes. Yo tiendo a pensar así, aunque me quedan varios originales por ver. Buen tema para la sección
Mis Películas. Especial para domingos en la tarde con o sin la novia, pero con sopaipas y té. -
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Etiquetas: cine