Creo que es una de los documentales más fuertes que he visto. Realmente me dejó mal por un buen rato.
Oliver O'Grady era un cura irlandés que conquistó el corazón de varias familias norteamericanas, gracias a su carisma. Entre esas familias estaba la de los Jyono, cuyas dos hijas fueron víctimas de abusos por parte de este cura durante los 70's, el que incluso dormía en la propia casa de los Jyono.
Cuál fue la sorpresa de esta familia al saber, décadas después que el mismo cura al que ellos habían invitado a su hogar, el mismo que rezaba con ellos, que acostaba a las niñas, que les enseñaba la palabra de Dios, era denunciado y condenado por haber abusado sexualmente de al menos 25 niños y niñas del norte de California. Ese padre, preocupado por la noticia, juntó fuerzas para preguntarle a su hija Anne si el padre Oli había abusado de ella. La respuesta fue devastadora. Y saber que el cura ese anda suelto en Irlanda no deja lugar al consuelo.
La Iglesia norteamericana (hoy abiertamente cuestionada por el tema de los abusos, con más de 600 sacerdotes acusados y demandada por millones de dólares) no estuvo a la altura en ningún momento para denunciar los hechos que se le informaban, separar a los sacerdotes implicados, y menos acercarse a las víctimas para intentar consolar un alma que sus propios pastores se encargaron de mancillar de por vida, abusando de la confianza que les da una investidura a la que muchos hacen reverencia ciegamente.
Quizás sea justamente la actitud de la Iglesia lo más delesnable de toda esta historia. Una Iglesia cómplice de estos hechos. Una Iglesia que funciona más como un partido político o una gran corporación multinacional, antes que como una institución con el ascendiente moral que en realidad adolece.
El padre de Anne Jyono termina por concluir que Dios no puede existir. No puede ser que Él permita que sus propios representantes en la tierra acaben con la vida de los niños que buscaban acercarse a Dios a través de la educación y las obras sociales. En vez, recibieron el peor castigo del mundo. La pérdida de su inocencia a manos de depravados con sotanas y recibieron un portazo en la cara de parte de la Iglesia que no fue capaz de recibirlos ni en su natal EE.UU. ni en el propio vaticano. Uno realmente no logra explicarse que Dios permita que este tipo de cosas pasen a su vista y paciencia. No queda otra que pensar que ese dios y la iglesia como la conocemos hoy no es más que un invento del hombre. De otra manera no se entiende tanta crueldad.
El celibato instaurado por intereses económicos, el celo proselitista con que actúan la curia, la acusación de complicidad hecha en contra de Ratzinger y que Bush se encargó de desestimar invistiendo al Papa de inmunidad en los EE.UU. En fin, la hipocresía e inmoralidad de una institución que hoy vive su éxodo de fieles más grande de la historia. Todos temas que
Deliver Us From Evil (2006) trata sin tapujos y me hacen convencerme que si algún día llegara a tener un hijo, lo último que haría sería meterlo en un colegio de curas. Ninguna duda al respecto. -
Trailer.
IMDB.
Wiki.
Etiquetas: cine