Lamentablemente ayer ganó
Sarkozy y se convertirá pronto en el próximo Presidente de Francia. Digo lamentablemente porque no era lo que más me hubiera gustado.
Lo que pase en Francia está lejos de gravitar en mi vida, sin embargo me interesan los procesos políticos de otros países, y en dicho contexto lamento que un tipo con las ideas de
Sarkozy -y que manifestó abiertamente- en cuanto a economía, finanzas públicas, tributos, salud, migración, medio ambiente, entre otras, sea quien asuma los destinos del país galo por los próximos años.
Este abogado parisino, descendiente de un aristócrata húngaro y una francesa judía, se desempeñó hasta marzo pasado como Ministro del Interior de
Chirac y se hizo conocido por su dura postura frente a las políticas migratorias de Francia y que la han transformado en un destino recurrente para millones de extranjeros que ven en el país de la hermandad, la fraternidad y la libertad, la posibilidad de mejorar sus niveles de vida tanto académica como profesionalmente.
Conocido como un tipo duro, Sarko ya ha anunciado que liberalizará la economía a través de una reducción de impuestos y la "flexibilización" de jornada laboral, lo que seguramente se traducirá en una modificación a la
ley de las 35 horas laborales de
Jospin, una de las razones a las que en nuevo mandatario francés atribuye la baja en la productividad francesa y la reducción como agente económico que Francia ha tenido en el marco internacional.
Sarkozy es lo más parecido a un
Reagan, una
Thatcher o incluso a un criollo Piñera, para un país. El rechazo del 47% de los fraceses que votaron por la candidata socialista Ségolène Royale, ya se ha empezado a expresar en
las protestas que comienzan a producirse en distintos puntos de Francia.
Sarko no quiere saber nada de eso por ahora. Ha preferido
tomarse un justo descanso antes de transformarse -el 16 de mayo- en el octavo presidente de la Quinta República Francesa, y tener que lidiar con un país que si bien se manifestó en casi un 90% de su electorado, está integrado por un gran mar de inmigrantes que no votaron y que no ven con buenos ojos, la presencia de un conservador con aires xenófobos en el poder. Habrá que esperar y ver. -
foto_gonzale.
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