REVELACIONES CHÚCARAS

A estas aturas deben ser pocos los que no han escuchado de la comunidad ecológica y cristiana de Pirque. Un conjunto de personas de aspecto acomodado que han optado por vivir en comunidad, alejados de la sociedad y lo que llaman "el sistema".

El grupete alcanzó la tan anhelada-por-la-gente-normal fama, tras la muerte de una copiapina que vivía con ellos y murió, aparentemente tras un fallido alumbramiento, y fue enterrada en el mismo predio en el que viven los integrantes de la secta.

Ahora son portada de diarios y los noteros televisivos hacen vigilia afuera de la casa para lograr la cuña que les permita ganarse el vale de almuerzo en el canal. Pero los comuneros con suerte hablan. Sólo salen a vender el pan que ellos mismos fabrican y se entretienen en la huerta o acarreando sacos de tierra de hojas.

Hoy se lee una carta en El Merculo en el que una señorita dice conocer y dar fe de la pacifidad de los miembros de la comunidad de Pirque. Yo creo que nadie pone aquello en duda. Mal que mal se trata simplemente de un grupo de particulares que, en su deseo de restarse a los males e injusticias que nos aquejan a cada integrante de nuestra sociedad, deciden apartarse de ésta para vivir según sus creencias. Nada del otro mundo, pero el tema se pone turbio cuando en su intención de retiro pretenden abstraerse de normas básicas y hasta de sentido común que regulan nuestras existencias.

¿En qué diables podrían estar pensando estas personas cuando decidieron que no tenía nada de raro enterrar a una persona en el patio de la casa? ¿Quién con dos dedos de frente podría encontrar dicha situación normal? ¿Qué puede esperarse de gente que puede llegar a un grado de enajenación tal de pensar que un cuerpo humano puede ser enterrado así como así frente a la casa sin dar noticia a nadie de aquello?

Nadie podría criticar el estilo de vida privada que los miembros de esta comunidad han elegido. Aunque sí podríamos tener reparos en cuanto a la situación de los menores involucrados, que sin un criterio absolutamente formado son privados de educación, salud y otros derechos, simplemente porque los adultos a cuyo cargo están, han decidido que la vida dentro del predio es mejor que la que se les ofrece extramuros.

Lo que ellos y sus defensores llaman "error", cuando se refieren a la inhumación ilegal de Jocelyn Díaz, se conoce en todo Chile como delito, y los líderes y participantes de la secta ahora arriesgan condenas por su actitud antisocial e irresponsable.

Negar la atención médica a una persona que la necesita está fuera de discusión. No estamos hablando de la objeción de consciencia de una persona que no desea someterse a determinados tratamientos, sino de la coacción de otros que pretenden imponer sus creencias a partir de verdades de bultos, oscurantismo y una supuesta libertad que más parece celda. - foto_bolsa de mareo.

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