Alerones y un Gourmet. Hacer hora en Ezeiza no es tan aburrido como puede parecerlo. Medio rollo en la sola sala de embarques me demuestran los contrario. Ahí adentro pasan demasiadas cosas, demasiadas personas, todos con cara de tránsito. Mientras unos comienzan viajes intercontinentales, otros nos tenemos que conformar con cruzar la cordillera para volver a casa. Mientras una cola políglota avanza lenta pero feliz, otra de gente más gris y de ceño fruncido se apresta a volver al trabajo. Así no más es la cosa. Ya tocará, ya tocará. Buenos Aires - ARGENTINA. Kodak Ultra 400.
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