Ayer vi
Última Mirada en Chilevisión y respiré tranquilo. El invitado de Paulsen era el senador UDI y pre-pre candidato presidencial
Pablo Longueira.
Digo que respiré tranquilo porque se confirmó mi seria sospecha histórica que tenía sobre este personaje y que ya estaba por confirmar luego de la
entrevista que le hiciera Santiago Pavlovic en Mañana Será Otro Día. El tipo pesa menos que un paquete de cabritas. Cero.
Si bien nunca esperé mucho de las capacidades intelectuales de Longueira, me sorprendió lo poco preparado que estaba para responder preguntas que tienen que ver con sus aspiraciones políticas, el rol de su sector y sus camaradas y algunas luces sobre contingencia y solucionática. Pero nada. Contradicción tras contradicción, verdades de bulto, lugares comunes y discursos demagógicos que pensé, dejaría en el camarín para presentarse como una verdadera alternativa para ocupar la banda presidencial.
Longueira se aferra a las declaraciones mojigatas del presidente de su partido a la hora de prononuciarse sobre el proyecto de reforma al sistema binominal. Repite como loro que son temas que a la gente "no le interesan" y que "la clase política debería concentrar sus esfuerzos en solucionar el problema del Trasantiago". El tema del binominal y la postura de la UDI al respecto da para post aparte, pero la línea argumental de Corteira está muy por debaje de lo que se espera de alguien que pretende ser Presidente de Chile.
No mejoró a la hora de comentar los problemas del Transantiago, contentandose con narrar las penurias de debe sufrir la gente que camina cuadras y cuadras para tomar una micro (eso ya lo sabemos) y se manifiesta absolutamente dispuesto a colaborar en la solución del problema (como si de él dependiera). En fin, un discurso absolutamente vacío, lleno de malas caras y un aparente carácter fuerte, pero en política no basta con el argumento de la fuerza, sino la fuerza de los argumentos.
Respiro tranquilo. Es país no está tan mal como para darle los votos a un tipo que con suerte puede hilar frases sólidas e ideas concretas. Un tipo que se agotó de tanta rabieta y mala cara. Será mejor que se deje crecer la barba, se vaya a alguna playa de Maitencillo para el norte y vea las elecciones por la tele porque, Pablito, no va a resultar. -
nota en emol.
Etiquetas: política