Rabia. Eso es lo que me da este
Gobierno. Ayer la Presidenta nos hizo mamarnos una versión post-algo del himno nacional, para luego escucharla vomitar una serie de anuncios. Algunos interesantes, otros que dan para mueca solamente. Pero me molestó ver una máquina que no contextualizó. Desde que comenzó el paro y tomas, extrañe una actitud distinta de la Bachelet. A veces pienso que el poder ciega demasiado, no te permite mirar el contexto, te pones como los caballos con esos parches que les tapan los ojos para que sólo miren hacia adelante mientras corren, lineales, absolutamente lineales.
Eché de menos que la
Presidenta reconociera la deuda pendiente, valorara la capacidad de organización, información y solidaridad de los escolares de todos los estratos sociales. Esperé que se refiriera con más corazón y menos discurso ajeno a lo que han sido estas semanas. Que acogiera este impasse como una muestra de lo despiertos que están algunos chilenos. Nada. Sólo decisiones que dejaron de brazos cruzados a los dirigentes, quienes no podían dar ultimatums, pero al parecer, sí recibirlo. Tómalo o déjalo.
Se suspenden las conversaciones porque ya no hay nada que negociar, según dice el Ministerio del ramo.
Y sí, hay
anuncios importantes, por lo pronto PSU gratis, pase gratis, inversión en infraestructura, alimentación y subvenciones. Reforma de la LOCE, modificación a la Constitución, que permita reclamar la calidad de la educación que el estado asegura a todos los chilenos y, creación de un Consejo Asesor en la materia. Grandes avances.
En cuanto a la tarifa del transporte, se indicó una suma (lo que no sé, es cómo se llegó a esa suma) imposible para el Estado, equivalente a miles de obras sociales que tendrían prioridad.
En fin. Se llegó al día D. Porque así lo quiso el Gobierno. Hoy por la tarde, los estudiantes secundarios decidirán si deponen la movilización ante los anuncios, o si por el contrario, creen que no es suficiente y que las seguidilla de torpezas que ha hecho el Gobierno en todo este tiempo, no ameritan el que las aguas se apacigüen. Mientras. Escucho en el noticiario a un chico de primero básico,
PRIMERO BÁSICO, que detalla el petitorio escolar como si fuera una poesía de la Mistral. Insólito. Echo de menos sentido común. Esa conciencia social con que la Concertación se ha enjuagado la boca todo este tiempo. Se escudan en una supuesta responsabilidad que puede ser válida, pero me molesta la forma en como se han hecho las cosas. No sé si son los malos asesores, pero daría cualquier cosa por tener uno de esos teléfonos rojos con los que hablas directamente con el gobernante y decirle: "
Michelle, lo estás haciendo mal. Despierta. Tu puedes hacerlo mejor que eso".
A esperar. El lunes, de seguir el paro y haber marcha aquí en Valparaíso, iré, ¿quién se suma?
Foto.
Sergio RecabarrenEtiquetas: pingüinos