REVELACIONES CHÚCARAS

En su momento fue la Reingeniería. No sólo los procesos industriales podían rediseñarse. Ahora hasta la abuelita necesitaba una reingeniería. Luego fueron las inteligencias múltiples. Los libros superventas te hablaban de un cuanto hay acerca de las distintas aptitudes para resolver problemas de manera lingüística, emocional, naturalista e intrapersonal. Ahora les dio a todos con la responsabilidad social (RSE). Una nueva culebra que se celebra en todas las empresas como si fuera el último descubrimiento.

No quiero decir que estos conceptos no existan realmente, pero una cosa es que existan y otra es para qué la estamos aplicando. La consultora Mori realizó una encuesta entre un grupo de consumidores y les consultó por las empresas que a su juicio eran las más responsables socialmente. La ganadora fue Codelco y el argumento mayoritario fue de que se trata del sueldo de Chile. Eso habla de consumidores informados ¿cierto?.

Se me viene a la mente una frase de quien fue el padre de nuestro sistema económico. El nóbel Milton Friedman decía en un muy buen documental: "Asking a corporation to be socially responsible makes no more sense than asking a building to be". Hoy no tengo muy claro si la responsabilidad social, de esa que se ofrece en miles de congresos en Casapiedra, de esa que el decano de la prensa tiene un suplemento especial que circula con el diario y de esa que Mori consulta en su encuesta, es realmente un planteamiento ético frente a la forma en que se obtienen el objetivo de las empresa, que es el lucro, o más bien estamos frente a una buena estrategia de marketing y relaciones públicas.

El hecho de que Lider disponga de cientos de locales en todo chile “acercando el supermercado a la gente” y, por lo tanto, “mejorando su calidad de vida”, será realmente el resultado de la comprensión de la responsabilidad como recurso para responder a su sociedad, o se trata más bien de una estrategia tendiente a mejorar los niveles de venta e impedir que la competencia sea quien levante ahí mismo un megamercado.


Al final de cuentas, tendrá algún sentido que una empresa del retail sea socialmente responsable y trate de dar muestras de ello financiando un campeonato escolar de fútbol, mientras sus propios trabajadores deben hacer una huelga por más de un mes para que les suban los sueldos miserables que reciben. Como dicen, la caridad (o en este caso lo justo y moral) parte por casa.

El tongo de la responsabilidad social que hoy se escucha en la mayoría de los congresos y publicaciones, y que tiene más cosas en común con el marketing y una falsa caridad, es una moda que ahora las consultoras pretenden meternos en la cabeza, haciéndonos encuestas para que nos sintamos consumidores responsables y rigurosos. Lo cierto es que no tenemos capacidad ni voluntad como consumidores de analizar si lo que compramos es parte de una cadena de sucesos que terminarán perjudicando nuestra vida o la del vecino. No nos importa. Según Mori (que obviamente no hizo esta encuesta por amor al arte, sino que es parte de la torta de millones dedicadas a esto de la RSE), hoy el chileno es capaz de castigar a una empresa si llega a la conclusión de que es poco responsable con su entorno... yo me pregunto ¿y cómo hace eso? ¿contestando su encuesta?