Siguiendo con
el tema Almonacid, el cual fue obviamente objeto de varias conversaciones este fin de semana largo, el viernes Sergio Paz
se mandó una columna en el Wiken que volvió a remover las aguas dentro del gremio periodístico. Porque la columna iba con nombre y apellido (
Bianchi) y el debate nuevamente es entre colegas del mismo medio.
Como lo dije
en un comment, mi tema acá es la facilidad con que le pasamos el tanque por encima a alguien porque creemos que lo que hizo está mal. Rápidamente sacamos conclusiones sobre lo que es el espíritu olímpicos, lo ponemos en categoría de dogma y todo lo que nos suene raro entra en la otra categoría, de lo poco serio, de los irresponsable, de lo estúpido y vamos tirando caca.
A estas alturas, aunque poco debería importarme, me abandero con Almonacid. Porque tengo la convicción de que el tipo no hizo nada malo. En parte alguna de su participación enlodó eso que llaman espíritu olímpico y consciente de sus limitaciones, nos brindó una jornada deportiva diferente y -opinemos lo que opinemos-notable no sólo a ojos de sus compatriotas.
Como dijo Paz "
Fue la gran lección de Almonacid, justo en estos días en que el suicidio parece ser el verdadero ser de la chilenidad: si no puedes contra ellos, tírate, arrójate, quémate, muérete. Grande, Almonacid. El último héroe de verdad." Claro, es mucho mas divertido subirse al carro de la victoria de González y olvidarse de a los que realmente les costó llegar a Beijing. A esos, que los tapen con diarios. - columna wiken
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