REVELACIONES CHÚCARAS

Hace un rato me llegó la enésima invitación en Facebook para formar parte de un grupo que lamenta la situación de las mascotas que quedaron en Chaitén. Ayer, en Tolerancia Cero, Villegas hizo eco de lo que varias personas le habían pedido y le representó en cámara al Ministro del Interior, la necesidad de hacer algo respecto a los animales que quedaron en el pueblo.

Sin duda el movimiento que exige se tomen cartas en cuanto a las mascotas chaiteninas ha tomado ribetes inesperados. Hoy hubo una protesta frente a La Moneda y el vocero de Gobierno anuncia que mañana se darán a conocer medidas que incluyen "al tema de las mascotas". - emol

Me cuesta tener una opinión definitiva al respecto. Sin duda lamento que hayan tenido que quedar perros, gatos y otros abandonados en Chaitén. La premura con que debió evacuarse a la gente significó que las mascotas quedarán al final de la lista de prioridades. El pueblo, actualmente, es zona prohibida para humanos y no por nada. De provocarse una erupción de proporciones o de cesar la fuerza de los gases que ha impedido a la fecha que las cenizas se deslicen por las laderas del volcán, todo ser viviente que se encontrara en un radio de 15 km. sería alcanzado por una muralla de material incandecente (se habla de 500 C°) en 5 a 10 minutos.

Las personas que se han preocupado por el tema de los animales requieren que se les permita el paso para rescatar a cerca de 600 mascotas. Para eso, incluso han presentado un recurso de protección (emol - acá el recurso). Sin embargo el asunto no puede ser de fácil zanjamiento. ¿Quién respondería por la muerte de un grupo de voluntarios civiles o uniformados si llegara a pasar lo que nadie quiere? Una operación de salvataje animal no tiene las mismas características de uno para recobrar documentos e información importante. Quienes se hicieran presentes en Chaitén no lograrían rescatar a los animales en menos de una hora o quizás más. Los animales no concurrirán al llamado por altavoces, es más, muchos de ellos desconocerán y arrancarán. Por qué entonces rescatar a unos y no a otros, cuál sería el criterio. Finalmente, qué hay que privilegiar en estos casos.

Debo reconocer que no soy especialmente sensible al tema animal. Repito, sin embargo, que lamento mucho lo mal que lo pueden estar pasando muchos de ellos y sin duda, ver por televisión a un perro comiendo otro animal en plena calle es al menos incómodo. Pero el tema me importa porque le importa a otros que pueden tener sensibilidades distintas y por lo mismo, hay que hacerse cargo. El tema es cuál es la decisión más responsable de cara al riesgo que se corre y a la lógica de que frente a la vida humana o la animal, cuál se debe preferir. Yo no tengo dudas respecto a eso, pero ¿y el resto?

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