A veces me doy cuenta que no tengo gran habilidad para escribir sobre lo que siento. El
handicap en esas lides me ha pasado la cuenta varias veces, pues no sólo se remite a la escritura. Hay gente que lo hace mejor, que suele ser más honesta consigo misma o simplemente saben llevar mejor que uno el personaje que se crearon para decir lo que creían indecible. A mi no me sale y casi siempre me tupo.
He escuchado buenos y malos comentarios sobre esta película. Y no puedo negar que mis expectativas eran altas, considerando que se trata del nuevo trabajo del autor de
mi película favorita y de quien me he convertido en un seguidor de su breve
filmografía.
Ayer, en una discusión post película descubrí que antes que separar a las películas en malas, entretenidas y buenas, logran captar mi atención aquellas que giran en torno a un personaje. Las grandes historias pueden resultar entretenidas, pero los grandes personajes son inolvidables. Y ese es el caso de Daniel Plainview (
Daniel Day-Lewis) quien simplemente se come la película en la representación de un
selfmade man del petróleo que sin muchos escrúpulos termina por transformarse en un excéntrico y solitario magnate.
There Will Be Blood (2007) es una tensa película que -a punta de una
banda sonora que realmente aprieta el estómago- relata la precariedad de los inicios del siglo pasado en la incipiente industria del oro negro. Si bien como
apunta Marisol "
la película demuestra que la codicia y el mesianismo son la escoria de lo que nuestra cultura elige entender por éxito y nobleza", ésta está lejos de quedarse en el cómodo asiento de la reseña histórica o la políticamente correcta tarea de parafrasear los tiempos actuales en pleno desierto. De hecho, sería un flaco favor a su autor comenzar a buscarle guiños que apuntan a personajes actuales o peor aun, a otras películas. Ésta quizás no es una historia que vale la pena contar (aun cuando muy bien contada está) sino que se trata más de un personaje al que vale la pena conocer.
Todo parece indicar que el rol de Plainview le valdrá un calvo dorado a Day-Lewis, quien puso en pantalla a un tipo al que conviene más odiar, porque asusta a ratos reconocerse en algunas escenas. Pero al final, dejémonos de cosas. Las buenas películas son aquellas que no logran salir de tu cabeza aun cuando hayas cruzado el umbral del cine. Esas que logran robarte algunos minutos mientras apoyas la cabeza en la almohada. Esa que te molesta e incomoda porque te mostró recién levantado. Como nadie quieres que te va. Esa que amas porque te viste como querrías verte y con eso, te convences que tus deseos no son más que un buen guión de cine, cuando en realidad el único que te ha saboteado para que eso no se haga realidad eres tu mismo.
Sigo pensando que balbuceo en estas líneas y no logro decir lo que quiero. Será porque quizás no sea necesario decir algo. Esta película no va a cambiar la historia del cine, pero peor que apuntar eso como una debilidad sería pensar que una película podría hacerlo. Ya lo dije arriba, lo importante no son las historias, lo importante son las personas, con ellas sí se puede cambiar todo. -
trailer -
imdb -
wikiSi alguien quiere leer una reseña de la película, mejor vea
acá y
aquí, para los disidentes
acá.
there will be blood,
paul thomas anderson,
cine,
daniel day-lewis,
paul dano,
oilEtiquetas: cine