Lo único claro después del
Súper Martes es que no hay nada claro.
Como no me interesa lo que pase en el lado republicano (eso será problema más adelante), me quedo con la pelea combo a combo entre
Hillary Clinton y
Barack Obama.
El martes, cada uno se hizo de importantes resultados. Obama ganó en más estados, Hillary ganó más delegados y se despejó el camino para que sean estos dos los que sigan en carrera por representar a los Demócratas en noviembre.
88 delegados separan a ambos precandidatos, restando aun casi 20 Estados y 2475 delegados por ser asignados porcentualmente a cada candidato. Es decir, la cosa aun está por decidirse.
No se me confíe Sra. Clinton, que de atrás pica el negro.
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