Otra que esperaba hace rato. Es que las últimas películas de Julio Medem no dejan indiferente. La historia de Ana y Otto en
Los Amantes del Círculo Polar (1998) es una bellísima historia de amor y desencuentro. Mientras que la famosísima
Lucía y el Sexo (2001), dio qué hablar durante bastante tiempo, tanto por la historia cargada de tensión sexual como por su protagonista
Paz Vega.
Ahora y después de varios años de silencio (sólo interrumpido por un proyecto documental y una serie de cortos muy críticos de la sociedad española), Medem vuelve con su intensa mirada para dar forma a una nueva historia de amor, desencuentros, erotismo y viajes intermibales.
Ana (
Manuela Vellés) es una aparentemente tranquila jovencita que vive junto a su padre en una cueva en Ibiza. Todo muy hippie, ella pinta, su padre vive también de la artesanía y así se pasan los años. Hasta que conoce a Justine (
Charlotte Rampling) una mecenas francesa que invita a Ana a perfeccionarse en una escuela para jóvenes artistas en Madrid.
A partir de ese viaje, Ana comenzará a darse cuenta que la burbuja en la que vivía en Ibiza se reventó y sin muchas luces sobre quién era ella y qué quería de la vida, se dará cuenta que su vida no ha sido sólo de ella. Comenzará así un nuevo viaje a nuevas experiencias, no necesariamente de ella.
Caótica Ana (2007) es un intenso film, cosa bastante típica de Medem, en la que también son recurrentes los desencuentros, los quiebres emocionales, las rupturas, el abandono y todo aquello que es parte de la vida. Siempre alimentado por esos encuentros que parecen ser la antesala de la mejor historia de amor de la vida, pero si Medem está detrás de todo, uno no puede confiarse.
De las tres película que le he visto a Medem, me quedo con la de 2001. Ésta es una buena película, pero a ratos, el cuento de su director comienza a hacerse algo predecible. Para verla por acá, creo que habrá que esperar su resto, aunque ya está en DVD. -
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