Ayer llego a mi casa después del horno que era Santiago y me encuentro con un sobre de buen tamaño a la entrada. Iba dirigido a un tal Dr. Rodrigo Ferrari, del
Asociación por la Buena Vida y la Poca Vergüenza.
La letra, aun infantil, la reconocí de inmediato. El encargo que le pedí a Felipe hace unos días había llegado mucho más pronto de lo que creí y de paso le agregó un ataque de risa al cartero (según dicen en mi casa) que no podía creer que yo hubiera formado un instituto con ese nombre. Para qué decirle que todo era una broma, quizás llegue a matricularse un día, cosa que de paso todos deberíamos hacer.
La tengo ya. Aun no puedo verla porque esos días en que paso la mitad en Santiago, la otra se vuelve en un frenesí de ponerse al día con las cosas que no hiciste en la mañana. Sobre todo, cuando es en las mañanas cuando más produces.
Pero aunque no la haya visto aun, no quería dejar de agradecerle a los cuatro viento al gordete por acordarse y felicitarlo porque el sistema de correo interno que tiene, funciona mucho mejor que cualquier otro. Gracias miles!! Un abrazo a la distancia. No sólo yo te lo agradeceré.
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