Hace ya varias semanas que en diarios y tv figuraba la modelo
Carolina Parsons, que con crípticos mensajes anunciaba algo grande. A poco andar se supo que se trataba de la nueva imagen corporativa del banco
Corpbanca.
Una tremenda parafernalia publicitaria para dar a conocer la nueva cara de un banco. Una modelo chilena con presencia internacional que difícilmente debe tener cuenta en la mentada institución. Una estrategia de marketing algo rebuscada en un país que adora despilfarrar recursos. ¿Cuál es la idea de poner a una modelo que cobra millones y hacer tanta alharaca por un logo nuevo? Porque dudo que hayan cambiado los jefes, los ejecutivos y la cajera que atendía hasta la semana pasada.
Mientras la Parsons anuncia las bondades de Corpbanca, el lunes pasado, una arrendataria de mi padre que trabaja de ejecutiva en dicho banco, no lograba hacerle entrega de las llaves del depto a mi viejo porque no podía aún salir de la sucursal en la que trabajaba, su jornada se había alargado más de la cuenta, eran las 21:35 y aun le quedaban cosas por hacer. ¿Es ese el estilo de Corpbanca? ¿trabajar hasta no poder más?
Mucho bombo para un especie de diafragma semi abierto que promete un nuevo trato a sus clientes, mientras sigue azotando a sus trabajadores. ¿Tendrá sentido tanta inversión en comerciales, insertos y producciones fotográficas? Como dicen, aunque el mono se vista de seda...
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