Habrá que ser justos. La Roja que jugó hoy después de almuerzo contra Austria era una Roja distinta a la que estamos acostumbrados a ver.
¿Sugestión después de todo el bochinche sobre Bielsa? No creo. Lo lógico habría sido que hubieramos perdido contra un equipo malo como Austria con un ratón al inicio o al final del partido, o fruto de una chambonada de marca mayor -como de paso, sí estuvo a punto de mandarse el vedetto Peric-. Sin embargo, el sol salió para la selección chilena en una lluviosa Viena.
Había otra forma de pararse en la cancha y lo digo como absoluto lego en materias futbolísticas. Los comentarios sesudos se los dejos a los que viven del análisis pelotero. A mí me dio la impresión que había un orden. Aunque a ratos me tenían chatos con esos pasecitos cortitos y para atrás, manejaron bien los espacios atrayendo a los arios hacia la cancha propia para crearse espacios (maldición, estoy hablando como comentarista deportivo).
Chile llegó un montón de veces y de haberle pegado derecho o con fuerza a la pelota, podría haber sido una boleta. Menos mal que no fue, sino ya andaríamos creyendonos los mejores del mundo y hablando de más. Pero de que ésta no es la Roja de Acosta, Olmos y muchos otros mediocres que pasaron y cobraron, no lo es. ¿Dará para ilusionarse? Veremos el 13 de octubre en BA. - foto_
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