REVELACIONES CHÚCARAS

Aquí vamos de nuevo con un tema que ha sido redundante en esta bitácora y que normalmente me mantiene enfrentado en posiciones con Malandre y su bitácora.

Monseñor Goic descubrió el hilo negro y se pronunció en términos bastante claros acerca de las "las diferencias escandalosas que existen en el país en relación a la distribución de los ingresos". Específicamente se refería a esa sensación de que el país progresa macroeconómicamente, pero ese crecicmiento no se refleja en términos de desarrollo (pudiendo hacerlo). Más al callo, el tema se centró sobre la pregunta si alguien "podría vivir con esposa e hijo, con 120 mil pesos". En la práctica, a partir de julio de este año el ingreso mínimo -al que están sujetos muchos chilenos- es de $ 144.000.- El asunto es si se trata de un sueldo digno en el contexto económico que vive el país y la economía mundial. (emol)

Frente a la declaración del Presidende de la Conferencia Episcopal han salido varios defendiendo el planteamiento del cura de abrir un gran debate nacional acerca de la posibilidad de que sean más los que participen del éxito económico que ellos mismos ayudan a concretar. Sin embargo otros comienzan a hacer cálculos, sacarle el polvo a estudios y citar autores de primer año de universidad. La medida no se sostiene, según ellos, porque hay libros e informes que dicen que dar lugar a la pretensión de muchos trabajores de mejorar sus ingresos, sería nefasto para la Economía (y la pongo en mayúscula, porque es esa economía teórica de tiza y pizarrón) de los técnicos, de los tecnócratas.

Según Malandre y apoyado por el estudio de un tipo que ve el mundo académicamente desde su sillón en Monseñor Sótero Sanz, la causa de las bajas remuneraciones de muchos trabajadores chilenos estaría en la mala calidad de la educación y poca escolaridad y años de estudio de los trabajadores. La teoría indica que a mayor calificación, mayor ingreso, obvio, pero eso es la teoría, porque en la realidad, muchas empresas buscan gente poco calificada para trabajos que no requieren mucha calificación y como la teoría lo indican, pagan sueldos míseros bajando los costos de la misma manera en que aumentan las utilidades. Lo cierto es que en Chile hay una gran demanda por mano de obra discrétamente calificada porque es más barata. Sólo basta pensar en la cantidad de cesantes ilustrados que terminan sirviendo comida en casinos de empresas, friendo papas fritas en McDonalds o conduciendo taxis.

Aquí no hay un tema de teorías económicas. Aquí se trata de que hay gente que pudiendo pagar mugres de sueldo lo hace, porque la necesidad de trabajar por algo siempre será más fuerte que la de exigir un trato más digno. Aquí hay sectores económicos cuyos ingresos son simplemente groseros, pero en los que sus trabajores menos calificados que hacen pegas que no requieren 5 años de universidad o varios semestres de CFT o IP, y que son el motor productivo de esos secores, deben contentarse con ver los lindos resultados en el diario sin poder parar la olla. Aquí hay gente que se pasa de lista, porque extrujan el limón a más no poder, en un país donde la eficiencia de los recursos es el dogma, la ética es una abstracción trasnochada para moralinos, y los tecnócratas con sus cifras, sus informes y sus libros de Introducción a la Economía se esfuerzan por explicar lo que sólo sus libros pueden y que el resto, se las arregle como pueda. - foto_mía

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