Lo que debía de ayer respecto a la risa, o más bien a la falta de ella.
Lo hice con la
SCA, lo hice con
El Show del Edo y ahora me di la oportunidad con el programa de los hermanos Copano,
Canal Copano. No hubo caso.
Seguramente no soy el
target del programa, pero eso me llevaría impajaritablemente a hacer creer a alguien que "el target" son una tropa de deficientes mentales a los que se les aplica perfectamente aquel dicho de que "la risa abunda en la boca de los tontos"; frase poco afortunada y bastante injusta, si consideramos lo bien que hace el ejercicio mandibular y el espasmo abdominal que acompañan normalmente a lo que nos parece chistoso. Pero este no es el caso.
Sencillamente un programa sin razón de ser. Los Copano trabajan la parada de
nerds (igual que El Edo) como de
loosers sin remedio, en un mundo en que la imagen lo es todo. Entonces lo de ellos es una contracultura donde el estilo andrajoso termina por ser
cool. Por una parte esta el más chico de la hermandad, Fabrizio, quien explota una personalidad de "el aguja". Un humorista pre púber que se ufana -al igual que su hermano- de ser el creativo de las más granada y nutrida gama de espacios del chiste chileno. En la otra esquina, el mayor de los Copano, Nicolás, quien trabaja su estilo hiperquinético e hiperventilado con el que luce un sobrepeso absolutamente contestatario e "irreverente", total él es chistoso, pero...
El espacio es una revisión de chascarros y dimes y diretes de la televisión chilena. Un especie de CQC con ropa de calle y menos presupuesto. Nada nuevo y por lo demás, absolutamente arbitrario y fome. Comentarios de capirote para una televisión donde pasan más cosas penosas que divertidas, pero donde los Copano encuentran lo que ellos creen es digno de ser destacado y que da cuenta de lo patético de la caja idiota. Obviamente todo esto sazonado con viedos de youtube y la lectura de comments del blog del programa, donde obviamente leen las puteadas que les dejan algunos televidentes insatisfechos. Total, como el personaje de Daniel Muñoz, ellos son malos y les da lo mismo que los puteen.
En resumen, nada nuevo de la mano de los cheques (aun en blanco) del "humor diferente" chileno. Cabros, en buena,
stay in school please.
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