Sólo ayer me preguntaba ¿Quo Vadis? la derecha con su política del reproche y cero cooperación. Y hoy se apuntó un nuevo poroto como colectividad disociativa de la sociedad chilena.
Con el voto en contra de la UDI y la abstención de RN, la propuesta de otorgar participación política a los chilenos residentes en el extranjero fue rechazada por la cámara baja y tendrá que esperar un año para poder ser repuesta.
La moción requería 69 votos para ser aprobada (4/7 de la Cámara), sin embargo la derecha condicionaba su voto favorable a que se incluyera en el proyecto la obligación de los chilenos de venir a inscribirse a Chile y de visitar el país cada cinco años, modificaciones que el Gobierno consideró discrimintorias para el espíritu de la norma.
Hoy, un tipo llamado William Cornthorn Humberstone, escribió una carta al Merculo en la que solicitaba que como "condición mínima para inscribir a los chilenos residentes en el exterior que deseen votar puede ser que durante una semana viajen en el Transantiago en las horas punta". La propuesta del Sr. Cornthorn Humberstone es tan ridículo como pedirle a él un "Soto" o "González" entremedio para opinar sobre temas tan chilenos. -
carta.
De esta manera, una modificación que permitía acercar a quienes, por las razones que sean, permanecen en el extranjero siendo aun chilenos, no prosperó gracias a la derecha ¿para dónde van? -
nota en emol.
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