Dejemos descansar el Transantiago un poco y vámonos en bus interurbano a otro tema. Hace poco me informo de dos buenas noticias en el ámbito del servicio de Internet en Chile.
Por una parte, el suplemento Chile Tecnológico del Mercurio informaba de una iniciativa legal que pretende dar conexión a la red a viviendas sociales y a un costo accesible para familias de recursos limitados y que hasta el día de hoy no tenían por donde acceder a lo que hoy resulta un lujo. -
Nota en el sumplemento.
Por la otra parte, otro proyecto de ley que determina estándares de calidad de servicio para las empresas proveedoras de Internet. Cuento corto, de aprobarse la idea, estas empresas estarán obligadas a ofrecer una mayor capacidad de flujo de datos si quieren seguir llamándole Banda Ancha, de lo contrario -y como pasa con la gran mayoría de las conexiones actuales- tendrán que comenzar a llamarle de otra manera. -
Nota en FayerWayer.
Ahora el comentario cizañero y me correjirán si me equivoco, pero en ninguno de estos dos proyectos he visto el nombre del gurú de las telecomunicaciones chilenas, don Fernando Flores. Bueno, quizás él sea de esos pro hombres de bajo perfil (¿?) que trabaja en silencio y detrás de las cámaras con el único interés de hacer de Chile un país mejor...
Dos buenas noticias para los usuarios y potenciales usuarios de la Internet. Ojo con lo que declara la empresa
GlobalLink, encargada proveer el servicio de conexión para viviendas sociales: "1Mbps cuesta unos 700 pesos mensuales y él le traspasa toda esa rebaja al cliente. Los grandes compran a lo mismo, pero cobran muchísimo más". Como diría Núñez,
ésto no tiene nombre. O sí: Robo.
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