Hasta hace un tiempo ostentaba el título del restro más creíble de la televisión chilena. Era "el señor de las noticias" y nadie negaba su objetividad y transparencia. Ahora pasó de eso a "el peor conductor de la televisión", según el veredicto del semanario Wiken del Mercurio. Ok es sólo el Wiken, pero refleja en gran parte la metamorfosis que ha sufrido la imagen pública de Alejandro Guillier en el último tiempo.
Sus dichos acerca de que el estado de salud de "la bestia" era un tongo mediático para achunchar a los jueces, sus aguados y poco reflexivos juicios en Tolerancia Cero pero, sobre todo, su aparición como rostro de la Asociación de Isapres, hicieron que los puntos del estandarte de Chilevisión, bajaran más que el cobre. Una lástima. A mi medio que me chateó Gullier. Ha tenido intervenciones bastante desafortunadas últimamente en su programa de los domingos con los otros caballeros (bueno, siempre el que guatea más el Melnick, pero qué le vamos a hacer, es Melnick), así que podrán aparecer nuevos personajes confiables en televisión, el trono está vacante. -
Nota en la Wiken.
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