Durante mi paso por la
Escuela de Derecho de la PUCV tuve muchos profesores. Unos buenos, algunos que pasaron por la sala sin pena ni gloria, y otros derechamente malos. Supongo que así será en todas las escuelas serias. Pero de esos años, siempre recordaré dos nombres que aportaron más que los conocimientos que requerían ser pasados según el programa oficial. Ellos se tomaron parte de sus horas de clases para inculcarnos los que hoy, ejerciendo la profesión, veo que falta con tanta frecuencia. El criterio jurídico.
Esos nombres corresponden uno, a quien hoy es el Director de la Escuela, y el otro a quien,
me entero hoy, es uno de los candidatos elegidos por el Gobierno para llenar uno de los cupos vacantes de la Corte Suprema:
Pedro Pierry Arrau, profesor de la cátedra de Derecho Administrativo, Consejero del CDE y maestro dedicado a formar a sus alumnos y no a ser lo que llamamos "profesor lechero", es decir, ese que va y deja el conocimiento en la sala son involucrarse mayormente en el proceso formativo de futuros abogados.
Recuerdo perfectamente sus clases con álgidas discusiones sobre la contingencia nacional, siempre enfocadas desde el punto de vista del Derecho Administrativo. No había tema vetado y siempre Pierry deslizaba su no tan secreta ilusión de llegar algún día a la Corte Suprema.
Aunque este post sea una lata o mamonería, me alegré mucho saber que finalmente ha sido considerado para ocupar una silla en la Corte Suprema. Es de esperar que,
a pesar de ciertas reticencias, sea finalmente aprobado por el Senado. Desde ya, vayan mis humildes felicitaciones para el maestro, a quien espero encontrarmelo pronto en los pasillos de la Escuela, para felicitarlo personalmente y preguntarle, cómo está.
Notal en El Mercurio.
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