
Recuerdo que en el canal 
People & Arts solían pasar los conciertos populares de año nuevo que se realizaban en el 
Waldbühne, una especie de Quinta Vergara ubicada en Berlín. No me perdía esa transmisión porque era una de las pocas oportunidades que había de escuchar y ver un espectáculo de música clásica en la que tocaran lo mejor de lo mejor en un contexto relajado e informal. Era realmente un gusto.
Acá en Viña se hacen los conciertos de verano entre diciembre y enero, con las presentaciones de obras clásicas como el Cascanueces, el Lago de los Cisnes, el Mesías, etc, etc. Pero extraño una presentación más informal de la mpusica docta, algo así como lo que solía ver en el cable. Siempre he soñado con que se hiciera en la explanada de la plaza Sotomayor en Valparaíso, un gran concierto de año nuevo donde fueran interpretadas esas típicas piezas de música docta que todo el mundo conoce o no sabe que conoce hasta que la escucha. Oberturas famosas como la de 
Carmen de 
Bizet o la 
1812 de 
Tchaikovsky, o 
Also sprach Zarathustra (la de 2001 Odisea en el Espacio) de 
Strauss o la de 
Carmina Burana de 
Orff. 
Contemplar la parte final de la 
Sinfonía N° 9 de 
Beethoven, el 
Bolero de 
Ravel, la Celeste de 
Aída de 
Verdi y tantas otras obras que están lejos de la solemnidad con que normalmente se asocia este tipo de conciertos y permiten olvidarse de la etiqueta para concentrarse realmente en la belleza de la música.
Me pregunto qué niño o joven no disfrutaría la Danza Húngara N° 5 de 
Brahms, o la Danza del Sable de 
Khachaturian, o la famosa Marcha 
Radetzky del otro 
Strauss, el Cancán de 
Offenbach, 
Pedro y el Lobo de 
Prokofiev, y tantas otras. O con esos clásicos vals que hoy apenas se escuchan en los matrimonios, como el Danubio Azul o el Vals del Emperador del tercer 
Strauss, o quizás hasta obras más contemporáneas como la Rapsodia "in Blue" de 
Gershwin, o el Adiós Nonino de 
Piazzola. En fin, material hay para elegir, pero el tema es la combinación de obras que permitan disfrutar a quienes conocen, de buena música y acercar un género lejano a quienes no están familiarizados con las cuerdas, bronces y timbales.
Para rematar, este debería ser el regalo de empresas e instituciones tradicionales de Valparaíso como la CSAV, el Banco de Chile, Corpora, Agunsa, InterOceánica y tantas otras que nacieron en el puerto. Alguien debería pasarles el dato a todas estas empresas que se golpean las espaldas en las conferencias de 
RSE. ¿No le parece?. - foto_
robertuk68.
Etiquetas: conciertos, música