Se supone que la vida está llena de signos, de señales, de cosas que "pasan por algo", de otras que "pasan para algo", y uno vive haciéndose el leso, perdiendo oportunidades y pensando demasiado lo que no hay que pensar. Sea el plan maestro que alguien tiene para cada uno de nosotros, sea el destino, el karma o como quiera llamársele, el asunto es que cuando uno es consciente de esas "casualidades" y quiere creer en esas señales, se esfuerza por oir un mensaje que que no se oye en ninguna parte, como buscando una confirmación, pero nada. Sólo uno es capaz de dar el paso (y no lo hace de poco jugado).
Si en cada una de esas oportunidades en que la vida te ha pegado una palmadita en la nuca, como queriendo decirte
hey, ahí está de nuevo, tu has pensado que no es el momento, que el contexto no lo permite, o que no es el caso porque estás caminando en otra dirección y cruzar la calle tipo película de aterdeceres y amaneceres, parece un poco mucho... bueno, finalmente te quedas sentado escribiendo post como estos, pensando en que la vida te dará una nueva oportunidad, pero sabiendo que, de tenerla, no estás seguro si podrás tomarla. ¿Sólo queda esperar? ¿Podrá quebrársele la mano al destino y precipitar los hechos, cuando tienes poco y nada como provocarlo? Habrá que salir de la duda.