REVELACIONES CHÚCARAS

Enrique Piñeyro ya se las había mandado unos años atrás con su película Whisky, Romeo, Zulu (2004), en la que daba cuenta de la serie de irregularidades que antecedieron a un grave accidente aéreo en Buenos Aires.

Siguiendo una línea argumentativa parecida ahora viene Fuerza Aérea Sociedad Anónima (2006), recientemente estrenada en Argentina y que está dejando, literalmente, la cagada.

Yo honestamente lo pensaría dos veces antes de volver a subirme a un avión argentino. Con controladores en Ezeiza que no hablan inglés, con radares que se apagan sin previo aviso, con sistemas de orientación terrestre que están fuera de servicio hace años, con problemas manifiestos en varias aeronaves y que no han sido solucionado a pesar de las advertencias de los propios pilotos.

Por otra parte, Piñeyro denuncia el verdadero negociado que ha hecho la aviación militar, que administra toda la aeronáutica comercial trasandina, y que incluso los llevó a verse envueltos en tráfico de drogas y de armas.

Por algo la película está haciendo temblar a toda la industria del aire al otro lado de la cordillera. Y sólo los argentinos podían hacer algo así, ese QUE SE VAYAN TODOS aun resuena en esas callecitas, aun con ese no sé qué.

Info en IMDB.

Etiquetas: cine