Como revistero furibundo, no pierdo oportunidad de quedarme unos segundos o minutos frente a cada quiosco, con la ilusa esperanza de encontrar algo nuevo y bueno. Hacía tiempo que no me sorprendía. Pero meses atrás me quedé pegado con una revista que mostraba al ministro Lagos Weber. Tratando de obviar el parecido a las portadas de la
GQ, me acerqué al papel para saber de qué se trataba.
Paparazzi es de las revistas que nunca pensé que leería. En sus inicios se acercaba más a una Tv y Novelas de Tobalaba para arriba, que a otras alternativas editoriales glomorosas capitalinas (llámese
Blank). Inlcuso creo que alguna vez Juanito Yarur habría escrito (¿?) algo en ahí. En fin. Pero había un cambio. Partiendo por la portada, por el diseño y, aunque no era barata ($2.500.-) la compré para darle una oportunidad y apoyar al gremio revisteril.
La sorpresa fue grata. La verdad, es que desconozco si la versión anterior de la revista (antes que la adquiriera el grupo Claro) tenía algo parecido a la actual, pero ya llevo tres ediciones compradas y estoy pensando seriamente en suscribirme (conviene bastante más). Buenas entrevistas, buenos temas, muy buenos columnistas. Una muy buena alternativa editorial y competencia para otras inicitativas del rubro que reinaban tranquilas el segmento ABC1 que asegura que lee.
Sin duda que tener el respaldo del "grupo" detrás ayuda, y eso se advierte en la cantidad de avisaje (envidiable), pero muchas veces, cuando la plata abunda, la gente se relaja y los contenidos decaen. A tres números, ya se puede hablar de una nueva etapa de esta revista. El nombre aun les debe jugar en contra (en realidad no sé a quién pudo habérsele ocurrido semejante idea), pero de a poco comienza a afirmarse, y eso se agradece.
El mundo de las revistas sigue tirándome, siempre pensando si vale la pena tirarse nuevamente a esas lides. Pero no basta con tirarse, no bastan las ganas, no bastan nunca las buenas ideas. Siempre hay una barrera, porque el mundo editorial es tierra de gigantes caníbales, donde así como aparecen, desaparecen. Pero el bichito sigue ahí, siempre.
PD. En la última edición, viene un interesante reportaje sobre las personas "influyentes" de nuestro país, justo y a propósito de la bullada lista de "líderes" que hizo El Mercurio. Es un tema interesante y será materia de un post, cuando tenga un tiempito.
PD N°2. Increíble. Tengo en mis manos el último número de Paparazzi. Me acabo de enterar que la revista se cierra, y que al parecer, sería porque a Claro no le gustó el proyecto. Después preguntan algunos ingenuos cuál es el problema con la concentración del poder económico y los medios de comunicación. Eso, estamos a merced de los caprichos de gente con más plata que cerebro. Una menos... qué decepción.