Recuerdo que cuano vi "
L'Auberge Espagnole" (Piso compartido), me llegó de manera especial. Por esos días, venía recién llegando de un año de estadía en
Heidelberg, Alemania. Congelé Derecho y me fui a estudiar alemán gracias a una beca del gobierno teutón. Obviamente el año aquel me dio la oportunidad de visitar varias ciudades, entre ellas una bellísima ciudad ubicada entre los Pirineos y el Mediterráneo, y donde toma lugar esta comedia en la que se reunen varios estudiantes extranjeros que pasan un semestre de estudio y
jarana en un departamento. El protagonista, un francés llamado Xavier.
Lo que él vivió en Barcelona fue muy parecido a lo que me pasó. Cómo entonces no sentirse profundamente identificado con la película. Los personajes, cada uno representaban perfectamente a los oriundos de la UE. Un chiste, y revisitar Las Ramblas, o
La Paloma, fue fuerte tío...
Hoy se estrena en Chile la segunda parte de este film: "
Le Poupees Russes". Xavier, ahora, divide su vida entre París y Londres, donde trabajará como guionista de teleseries inglesas. De esos viajes renace el contacto con Wendy, la consevadora y estudiosa chica inglesa a quien se le soltaban finalmente las trenzas en la primera parte de la secuela. Ahora Wendy está bastante más
wendy, crecidita, uf!. Y Xavier es el mismo tipo idiota que no sabe qué hacer en los momentos importantes.
Ahora, qué tiene que ver Rusia en todo esto. El hermano de Wendy, el insoportable William, se casa y nada menos que en San Petersburgo con una bailarina rusa, así que la manga de amigos de aquel semestre catalán se vuelven a juntar para celebrar la boda con la bionda de Leningrado.
En fin, metidas de pata, romances furtivos, muchos viajes en
Eurail, mucha chica guapa, discursos en estado de interperancias, y todo aquello que tiene una película sin ninguna trascendencia, pero entretenida. Si se animan, la ven.
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