No sé Uds. pero a mi me tiene absolutamente sorprendido todo este tema de los escolares. Más que sorprendido, entusiasmado. Como decía
Stark, me encantaría poder ser nuevamente escolar (aunque armar algo en uno norte con uno poniente, habría sido más difícil que convencer a Zilic).
Me emocionó ver en las noticias, la masa humana que se manfiestó pacíficamente en Valparaíso. Más de nueve mil estudiantes ocuparon en toda su extensión la Av. Pedro Montt, para llegar al Congreso y reunirse con algunos parlamentarios.
Emociona la capacidad de organización de estos niños ignorados. Se me hacía un nudo en la garganta cuando decían que hay 600.000 mil estudiantes movilizados en todo Chile. Este tipo de reacción no se veían desde épocas de la
ENU. Y aunque es verdad que la tecnología ha ayudado, en otras épocas se logró una organización de este tipo sin estos adelantos. Es decir, no necesariamente esta masividad es gracias a la existencia del mail. Aquí hay un tema de fondo que son compartidos y que instan a movilizarse.
Emociona también la solidaridad de los estudiantes que no se ven afectados en su educación diaria, por las injusticias del sistema educacional. Que colegios que no tendrían por qué sentirse afectados, sin embargo, han decidido sumarse a su manera, a las demandas y apoyar moralmente el petitorio escolar.
Emociona también, la simpatía y consenso que han logrado los estudiantes en la opinión pública. Salvo algunos ciegos, no hay quién no vea con algo de simpatía esta movilización. El sentido común nos ha inspirado y vemos, quizás más claramente que nunca, que el sistema educacional es desigual y profundizador de esas desigualdades. Nadie no podría querer que esto cambiara. Las falencias de la famosa LOCE son claras, los perjuicios que ha traído la municipalización de la educación estatal se han traducido en la falta de recursos y, por lo tanto mala calidad; y la incapacidad de fiscalizar estándares de calidad en el cuerpo docente por falta de atribuciones. Todos elementos de un círculo vicioso.
Me ha desilucionado la actitud de la Bachelet. Esperé que ella hubiese tomado esta situación un poco más personalmente. No para que ella se sentara a negociar con los dirigentes estudiantiles, pero para manifestar públicamente que éste es un tema que le preocupa y que le interesa, destacar las características de este movimiento e instar a buscar las soluciones que nos permitan tener una educación decente.
No sé a qué temen las autoridades. Pienso que simplemente son mal asesorados en cuanto a cómo encarar de manera oficial y pública, este tipo de contingencias. Extrañé un carácter que pensé se vería en estas ocasiones, y extrañé también ese toque sensible que tiene ella, mal que mal, es madre, es apoderada, es socialista, y aquí nadie quiere lo imposible, no, aquí se pide lo justo.
Foto
Stark.
Etiquetas: pingüinos