El 6 de julio del año pasado fue inaugurada esta bitacora que a la fecha cuenta con 410 post, muchos comentarios y la no despreciable suma de 30.000 visitas.
Majunche fue nuestro guest treinta mil. Se le agradece a él y a todos quienes han venido a dar a este rincón.
Antes, las letras de este humilde viñamarino estuvieron alojadas en Páginas Sueltas, un espacio virtual que, como
decía por aquellos tiempos, no tenía
ni el más mínimo interés en reemplazar lo que fue Tambor, pero como se dice hoy, es lo que hay. Alcanzó a recibir 24 post de mi parte, pero luego
pensé que en realidad Tambor era parte de una etapa que ya había pasado y que era hora de cambiar el nombre.
La idea no ha sido hacer un diario de vida. Nunca he sido bueno para contar lo que me pasa, y menos sería este el caso. Quedaría en deuda con muchos que deberían haber podido escuchar antes esas cosas, por deferencia. Esta bitácora es para compartir. Uds han visto mis fotos, seguramente han escuchado algunos de los discos que he escuchado, o quizás hayan visto alguna de las películas que he visto. Se habrán reído con algunas estupideces que encuentro en la web, tal cual yo me he reído. Y habrán, aunque sea pensado, algunas de las opiniones caprichosas que aquí expongo. La idea ha sido contarles un cuento que no soy capaz de contar de otra manera, pero ahí acaba todo.
Sin duda contar las cosas que me pasan podrían alimentar un morbo que llevaría al counter a duplicarse en poco tiempo, pero no es la idea. Sin duda podría sacar otras fotos que serían comentadas por miles de desconocidos, pero tampoco es la idea. El tema aquí es que no hay idea detrás. Es, como dije arriba, simplemente lo que hay. Se les agradece.