Le vendo una parcelita, vía Blog
Published 01 agosto 2005 by Rodrigo | E-mail this post
La red está llena de derechos y, lamentablemente, muy pocas responsabilidades.
Hace unos días recibí un comment invitándome a visitar otro blog, lo que finalmente se tradujo en el dato sobre un programa de televisión. Era para que lo viera.
Navegando por algunos blogs, cosa que, también lamentablemente, se ha convertido en un vicio que incluso he tenido la sinvergüenzura de contagiar a gente que tiene cosas más importantes que hacer, me percaté que este comment, que se habría repetido en varios blogs, dio para columnas acerca de la “patudez” del personaje en cuestión por hacer, lo que las víctimas llaman, spam.
Todos odiamos el spam, está claro. Alguien consigue, no sabemos cómo, nuestra casilla de mail y nos intenta vender hasta a su mamá vía electrónica. Mensaje que tendrá como destino seguro el basurero. Odioso. El mail se lo damos a quien nosotros queremos.
Para los bloggeros, el fenómeno se estaría repitiendo con estos comments que invaden sus diarios de vida, foros, o como quieran llamarles. No al Spam. No a estas técnicas arteras que buscan llamar la atención y hacer deleznable publicidad a través de un medio aun inmaculado y ajeno al marketing.
Pero me asalta la duda sobre la seriedad del asunto y la actitud de los perjudicados. Y todo sea por la libertad de expresión que me da MI blog.
Resulta que una persona se toma (como mucho) dos minutos en crear un blog, o lo que se demore en elegir un nombre, una contraseña y un diseño predeterminado para tener ya su página propia. No demandó esfuerzo alguno. Una oda a la comodidad. Luego para más detalle, cada uno osa rellenar el sitio con la pelotudez que se nos venga a la cabeza, sin que nadie, pero nadie, pueda venir a decirnos que estamos faltando al sentido común, a la estética básica o, por último, a la verdad. Nadie. Porque yo posteo la pelotudez que se me da la real gana.
Luego pienso y me digo: dejaré que solo me comenten quienes yo quiera, o mejor quienes tengan su propio blog y se identifiquen o, nada de cosas, everybody is invited.
Ergo, quienes optan por la libertad absoluta, están a merced de una fauna innombrable de especimenes que podrían dar con tu blog y adjuntarte mensajes tipo “me gusta tu blog, visita el mío” o “te encuentro toda la razón, bien hecho! ;-)” o, porque no un “no te deprimas, malos días tenemos todos, ánimo”. En fin, hay para todos los gustos.
Pero hay algunos que tienen la desfachatez de molestarse porque alguien entra a su blog, propiedad de sólo ellos, oh sí, no para comentarles su pelotudez, sino para ocuparlo como un medio de, de... oh no!! de comunicación!!
El ingenuo, avispado, aprovechador o pelotudo que tuvo la idea de promocionar algo a través de un blog, comentando los de otros para que visitaran el suyo, es tratado de mercenario y de estar contaminando este espacio de compañerismo y sobajeo mutuo.
Por favor. Este espacio está lleno de libertades y prácticamente ninguna responsabilidad. Si nos gusta la libertad de escribir lo que queremos, seamos lo suficientemente creciditos para saber en qué nos metemos y no estar acusando y juzgando a la gente. A veces somos muy buenos para exigir, cuando no hemos hecho mérito alguno más que aprender a subir una foto, o ponerle un counter al blog.
Todos tenemos derecho, pero derecho a qué. El que comentó para que vieran algo en tv lo tiene. El que hizo un post quejándose porque otro lo invitó, también. Yo que escribo contra los que reclamaron porque otro los invitó, también. Y los que me comenten diciendo que soy el más pelotudo de todos por estar escribiendo esto... TAMBIÉN!!!
La idea no es dejar moralejas. La idea es que pensemos, aunque este texto no de para pensar, que cuando hablamos de libertad, ésta es la misma que nos permite hacer lo que queramos, pero también en la que se fundarán quienes quieran hacer lo que quieran con nosotros.Derecho a reclamar tendremos, pero ¿a juzgar? ¿con qué cara?
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