Este país no tiene vuelta. Ni las cosas simples se pueden hacer bien y esto ya me está entrando a asustar.
Ayer en 24 Horas pasaron
una nota sobre un león que vive abandonado en una jaula de dos por dos en la comuna de Lo Espejo (
youtube). De propiedad de un ex empresario circense que vive en Arica, el felino tiene vueltos locos a los vecinos que se quejan de sus rugidos y más que nada de las condiciones en que tienen al león.
Después de múltiples denuncias -y seguramente advertidos de la presencia de la tv- se hizo presente el SAG, quienes luego de ver el lugar y requerir los papeles del animal, dieron por finalizada su inspección argumentando que el león tenía sus papeles "al día" y que nada podían hacer. Para rematar la nota, el Director Regional del Servicio sale diciendo que sus posibilidades de actuar se remiten a fiscalizar que el origen y forma de adquisición del animal estén acreditados, caso en el cual nada pueden hacer, puesto que todo estaría en regla, porque la ley no prohibe nada sino que regula.
Soy un convencido de que en Chile las personas que ejercen poder se dividen entre quienes no tienen ningún interés en hacer bien las cosas y quienes queriendo hacerlo, simplemente no tienen la capacidad de dar con la solución correcta.
Me parece insólita la respuesta del SAG, organismo cuyo objetivo es
contribuir al desarrollo agropecuario del país, mediante la protección, mantención e incremento de la salud animal, (
art.2 ley sag) entre otras cosas. Un animal feroz se tiene como mascota en una jaula enana que está abandonada en un botadero de chatarra y dicen que nada pueden hacer. Existiendo normas penales que sancionan el maltrato (
art.291bis cod.penal), normas constitucionales que obligan al Estado a tutelar preservación de la naturaleza, y existiendo normas reglamentarias del servicio y que tienen que ver con la sanidad animal, el SAG no puede pretender que se aprueben primero los proyectos de ley que se hacen cargo de la protección animal y que duermen en el Congreso (
1-
2-
3), para poder actuar.
Aquí simplemente falta voluntad de hacer las cosas, tanto de las autoridades que no entienden lo que significa el servicio público y los particulares que no se cansan de mirarse el ombligo y poco les importa lo que le pase al del lado, con tal que no moleste. Y la cosa no se ve bien a lo lejos. No me canso de decirlo, en este país lo que sobran son leyes y lo que falta es sentido común. - foto_
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