La semana pasada comentaba sobre
el deceso de Radio Concierto y su transformación en algo simplemente inescuchable. Terminado
Mañana Será Otro Día, se apaga la radio y paso de lleno a mis discos los que están girando continuamente en el shuffle del Winamp.
Sigo sin comprender que
Iberoamerican se haya sumado a la estrategia de estrujar el limón. Los 80s están de moda y venden. Las fiestas ochenteras para gente dockers están a la orden del día, todos los comerciales de seguros, APV, créditos hipotecarios y hasta de alimentos son musicalizados con arcodes
new wave o
glam rock de aquellos años. La Blondie es un éxito en cuanto a gente, lo mismo pasa en varios locales porteños que explotan el concepto. Alternativos y adultos jóvenes son el nicho de los marketeros que vieron en la nostalgia el negocio.
Pero en Chile, las modas apestan porque simplemente saturan. Todos quieren sacar su tajada de la torta antes que el fenómeno se acabe. Esa mirada cortoplacista, facilista y muy poco original que es casi una institución en Chile.
Supongo que Iberoamerican quería mejor los puntos de audiencia, lo raro es que haya elegido un nicho absolutamente archi explotado -y mejor- por otras radios que se dedican al ochentero hace rato. ¿Quiénes perdimos? Los que disfrutábamos.
El desencanto por el cambio anticipado en la línea programática de la radio se ha hecho escuchar en la web y han sido varios los blogs que han recogido la noticia y han manifestado su disgusto:
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Zancada-
Diestra & Siniestra-
Jaskask-
Caco-
CarlosAhora también se suma una de esas peticiones on line que juntan firmas, que de poco y nada sirven, pero apoyo igual. Uds. pueden firmarla aquí -
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