El lunes 3 el dial de la 101.7 (88.5 en stgo) parecía intervenido. Si no fuera porque acababan de terminar de conversar Pavlovic, Cavada y Ramírez, juraría que estaba escuchando otra radio. "Presente en tu Memoria" anunciaba la clásica voz en off encargada de varias de las continuidades de
Radio Concierto, pero todo sonaba distinto.
Hace no mucho se oficializó
la venta de
Ibero American Radio Chile al grupo español
Prisa (dueña de El País). Iberoamerican estaba antes en manos de la empresa de medios
Claxson- dueños de proyectos como I-Sat o Playboy TV- lo que asumo les daba un aire más a fin con proyectos alternativos y de perfil más selectivo. Algo de experimental tenía todo eso, como la Concierto misma.
Javier anunció hace unos días su salida como director creativo de IARC.
Super 45 anunciaba ayer el término del espacio que realizaba en Concierto hasta la semana pasada. No hay Objetos Encontrados a cargo de Lasalvia y Cute (uno de los mejores inventos de la temporada). Se mantienen apenas los de la mañana, Concierto Enfoque en manos de Fortuño -que hasta donde sé habría reemplazado a Sanfeliú- y un par de segmentos de la radio. Pero La Concierto cambió. Mantuvieron algunas frases de continuidad que intentan resfrecar un repertorio que ahora en nada diferencia a esta radio de otras dedicadas al segmento adulto (fome) joven.
Es como cuando te encuentras con un amigo a quien has dejado de ver hace un tiempo y súbitamente es otra persona, habla distinto, tiene otros intereses y evita hablar del pasado común que tuvieron haciendo como si la historia partiera en ese momento, sin nada de lo que los unió en tiempos mejores.
Hoy, la Concierto apostó por volver a los 80s pero pesao, mal. Se acabó esa cosa fresca que la diferenciaba del resto de las radios. Es verdaderamente una lástima. Prácticamente no queda nada de lo que era hasta la semana pasada y la sigo escuchando por inercia. Quedé huérfano y eso de "Presente en tu Memoria" no me convence para nada. Creo que no pasa de esta semana para apagar la radio. Tendré que refugiarme en el shuffle de mi winamp, porque los amigos de Eliodoro Yáñez 1783 se fueron, quién sabe dónde.
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