El lunes pasado,
Chilevisión transmitió una nueva edición de su programa En La Mira, dedicado a la delincuencia desenfrenada del Barrio Puerto de Valparaíso. Al punto de titularlo "
Patrimonio de la Impunidad", la gente del canal de Piñera dio cuenta de lo que supuestamente se vive en las calles del casco histórico del puerto y de algunos resabios de reportajes pasados en torno al Mercado Cardonal en el plan de la ciudad.
La autoridad comunal
reaccióno indignada por la exhibición del programa, más todavía porque se hizo el mismo día que Valparaíso conmemoraba el cuarto aniversario desde que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Yo vi el programa completito y me parece que Chilevisión (apara variar) abusa del sensacionalismo. Cualquiera que viera En La Mira pensaría que es un suicidio ir a meterse al Barrio Puerto. Pero la realidad es muy distinta.
Las batallas campales, lanzasos y robos que muestra Chilevisión en el programa tienen circunstancias muy especiales. Se dan en fines de semana (y no todos los días), que es la única hora en que hay gente entre las 2 y las 6 AM en ese sector (no a todas horas, en el día es evidente la presencia policial en el sector de Echaurren). En la semana difícilmente encontrará a alguien dando vuelta. Por otra parte, gran parte de los desórdenes y delitos tienen como contexto el que las víctimas (como se apreciaba) salían de las fiestas o caminaban por la calle absolutamente borrachos.
No se trata de minimizar el problema, menos de justificarlo. Las imágenes son reales y no deberían pasar y siempre será necesario reforzar la presencia policial y la gente, andar más precavida y menos vulnerable. Sin embargo creo que se abusa de un problema que tiene muchas causas y no simplemente el que Valparaíso sea un antro de delincuentes (que no lo es).
Durante gran parte del 2006 recorrí de noche las calles del Barrio Puerto con varios cientos de miles de pesos en aparatos fotográficos en un bolso, que dieron como resultado la muestra "
Gente de Valparaíso". Nunca en los meses que estuve ahí me sentí amenazado o temeroso. Se acercaban a pedirme plata y a conversar, curiosos de por qué sacaba fotos. Nunca nada extraño. Claro, tampoco iba a meterme a las salidas de discoteques donde abundan los adolescentes ebrios.
Chilevisión una vez más recurre al facilismo de mostrar con un sesgo sensacionalista, lo que sucede en muchas partes del país, pero en este caso, no trepida en denominar al puerto Patrimonio de la Impunidad, por lo menos, injusto. - foto_
mía.
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