Salgo de Viña como a las 9 AM hacia Santiago. Acá una neblina no permite que la temperatura suba de los 5°. Ya pasando el tunel Zapata se anuncia cambio de clima, llego a la capital y me reciben cariñosos 24°. Todo lo que es el "veranito de San Juan". A sacarse la ropa, a guardar la chaqueta, la chaleca, arremangarse la camisa, las niñas andan con los brazos al aire libre. Las faldas vuelven, el sol entibia, calienta, incluso sofoca a ratos. Termino de hacer mis trámites. De vuelta a Viña, habrá cambiado la cosa ya. Puente Zapata y el termómetro del auto ya marca 18°. Parece que el veranito ese se quedó tomando chicha en Curacaví. Placilla y la niebla ya es evidente. Bienvenido a Viña y sus 8°. A ponerse la chaleca, la chaqueta, por orgullo la dejo en la maleta, pero al vida es injusta, bah! más bien el tiempo que juega con uno. Brrrr...
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